Redacción QUITO
En un círculo formado por hombres y mujeres indígenas se escuchan oraciones en quichua. Son algunos de los manifestantes de las comunidades, que luego de un día de caminata, llegaron a Quito convocados al paro nacional tras las medidas económicas adoptadas por el gobierno.
Todo transcurre en el patio de la universidad Salesiana, en el sector del Girón, una de las instituciones que ha abierto sus puertas a los miembros de las comunidades.
Ahí se reciben donaciones «especialmente cobijas, medicinas y alimentos no perecibles», dice uno de los 70 estudiantes voluntarios.
José Enrique Juncosa, rector de la Salesiana, señaló que la labor de la academia «en esta situación polarizada que vive el país, es ser apolíticos y hacer un llamado al diálogo y al respeto«.
Juncosa indicó que desde las 23:00 de ayer, cerca de 700 indígenas llegaron para dormir en el coliseo.
«En la mañana desayunamos y ahora estamos tomando lista para salir al arbolito a concentrarnos con nuestros otros hermanos», dijo Ángel López presidente de la junta parroquial de Cuéllar (Imbabura). Y afirmó que no dejarán la capital hasta que el gobierno elimine las medidas tomadas.
Unas cuadras al sur, en la Pontificia Universidad Católica (PUCE), el panorama era similar. Desde la noche, más de 400 miembros de distintas comunidades fueron recibidos por los estudiantes y autoridades. Ahí, también se receptan donaciones.
Ericka Córdova, exalumna de la PUCE, estuvo a cargo de la cocina. «Queremos ayudar en lugar de restar. No tomamos una postura, solo hacemos un llamado al diálogo y evitar la violencia».
En otras instituciones como la Universidad Central del Ecuador (UCE) los estudiantes de medicina se han organizado para apoyar en caso de existir manifestantes heridos. En la Universidad Andina, un grupo de docentes, preparó comida para entregar a quienes se concentran en el parque del Arbolito (centro de Quito). (AVV)