“¿De qué reglas se requiere para permitir a la mujer ese ingreso a una tradición escrituraria reservada a los hombres?” fue la pregunta lanzada por la escritora mexicana Margo Glantz, el pasado lunes.
Glantz, que llegará a los 90 años en el culmen de la lucidez, cautivó a sus lectores con la conferencia ‘La conquista de la escritura’, una reflexión sobre el cuerpo femenino y el oficio literario, a partir de la vida en reclusión de la poeta Sor Juana Inés de la Cruz.
Mujeres que escriben
“La única posibilidad que tuvieron por mucho tiempo las mujeres para tener notoriedad y pasar a la historia, era someterse a martirios para ascender a beatas o santas”, sostuvo Glantz.
La académica evidencio la discriminación a la que estuvo sujeta durante siglos la escritura femenina, víctima de prejuicios que, increíblemente, se mantienen en ciertas mentes contemporáneas.
“Era lugar común en esa época (siglo XVII) describir a la mujer como un ser deleznable, de corto entendimiento. (…) Eran contadoras, escribanas y cronistas”, indico, por lo cual se relacionaba la escritura de la mujer “con los trabajos de la mano, y la del hombre con el trabajo de la mente”.
Glantz, que empezó a publicar casi a los 50 años, es autora de una prolífica obra en ficción y ensayo que abarca alrededor de 80 títulos. (AA)
“¿De qué reglas se requiere para permitir a la mujer ese ingreso a una tradición escrituraria reservada a los hombres?” fue la pregunta lanzada por la escritora mexicana Margo Glantz, el pasado lunes.
Glantz, que llegará a los 90 años en el culmen de la lucidez, cautivó a sus lectores con la conferencia ‘La conquista de la escritura’, una reflexión sobre el cuerpo femenino y el oficio literario, a partir de la vida en reclusión de la poeta Sor Juana Inés de la Cruz.
Mujeres que escriben
“La única posibilidad que tuvieron por mucho tiempo las mujeres para tener notoriedad y pasar a la historia, era someterse a martirios para ascender a beatas o santas”, sostuvo Glantz.
La académica evidencio la discriminación a la que estuvo sujeta durante siglos la escritura femenina, víctima de prejuicios que, increíblemente, se mantienen en ciertas mentes contemporáneas.
“Era lugar común en esa época (siglo XVII) describir a la mujer como un ser deleznable, de corto entendimiento. (…) Eran contadoras, escribanas y cronistas”, indico, por lo cual se relacionaba la escritura de la mujer “con los trabajos de la mano, y la del hombre con el trabajo de la mente”.
Glantz, que empezó a publicar casi a los 50 años, es autora de una prolífica obra en ficción y ensayo que abarca alrededor de 80 títulos. (AA)
“¿De qué reglas se requiere para permitir a la mujer ese ingreso a una tradición escrituraria reservada a los hombres?” fue la pregunta lanzada por la escritora mexicana Margo Glantz, el pasado lunes.
Glantz, que llegará a los 90 años en el culmen de la lucidez, cautivó a sus lectores con la conferencia ‘La conquista de la escritura’, una reflexión sobre el cuerpo femenino y el oficio literario, a partir de la vida en reclusión de la poeta Sor Juana Inés de la Cruz.
Mujeres que escriben
“La única posibilidad que tuvieron por mucho tiempo las mujeres para tener notoriedad y pasar a la historia, era someterse a martirios para ascender a beatas o santas”, sostuvo Glantz.
La académica evidencio la discriminación a la que estuvo sujeta durante siglos la escritura femenina, víctima de prejuicios que, increíblemente, se mantienen en ciertas mentes contemporáneas.
“Era lugar común en esa época (siglo XVII) describir a la mujer como un ser deleznable, de corto entendimiento. (…) Eran contadoras, escribanas y cronistas”, indico, por lo cual se relacionaba la escritura de la mujer “con los trabajos de la mano, y la del hombre con el trabajo de la mente”.
Glantz, que empezó a publicar casi a los 50 años, es autora de una prolífica obra en ficción y ensayo que abarca alrededor de 80 títulos. (AA)
“¿De qué reglas se requiere para permitir a la mujer ese ingreso a una tradición escrituraria reservada a los hombres?” fue la pregunta lanzada por la escritora mexicana Margo Glantz, el pasado lunes.
Glantz, que llegará a los 90 años en el culmen de la lucidez, cautivó a sus lectores con la conferencia ‘La conquista de la escritura’, una reflexión sobre el cuerpo femenino y el oficio literario, a partir de la vida en reclusión de la poeta Sor Juana Inés de la Cruz.
Mujeres que escriben
“La única posibilidad que tuvieron por mucho tiempo las mujeres para tener notoriedad y pasar a la historia, era someterse a martirios para ascender a beatas o santas”, sostuvo Glantz.
La académica evidencio la discriminación a la que estuvo sujeta durante siglos la escritura femenina, víctima de prejuicios que, increíblemente, se mantienen en ciertas mentes contemporáneas.
“Era lugar común en esa época (siglo XVII) describir a la mujer como un ser deleznable, de corto entendimiento. (…) Eran contadoras, escribanas y cronistas”, indico, por lo cual se relacionaba la escritura de la mujer “con los trabajos de la mano, y la del hombre con el trabajo de la mente”.
Glantz, que empezó a publicar casi a los 50 años, es autora de una prolífica obra en ficción y ensayo que abarca alrededor de 80 títulos. (AA)
