Paquetazo en llamas

Kléber Mantilla Cisneros

La fuerza de represión no siempre es suficiente para imponer medidas económicas en un país impredecible, rehén por décadas, de choferes desalmados. Ni es coherente después de 12 años de corrupción, saqueo y mentiras políticas. Varios episodios de rechazo popular acumulados, sumada la delincuencia común y vandalismo importado, podrían desencadenar ingobernabilidad sin marcha atrás.

Pero, la crónica anunciada de una inflación, post-eliminación de subsidios y escalada del precio de las gasolinas, pobreza y hambre extendidos, desempleo y despilfarro intocados, alertan sobre el retorno del caos.

A diferencia del pasado, la dirigencia del transporte actual, acostumbrada a sacar beneficios y prebendas en todo, siamés del correato embaucador, busca ganar otro forcejeo basado en el clientelismo gremial que tanto éxito tuvo durante la década farreada sin rendir cuentas ni evaluar el rol sanguinario de muertes en las vías. Ese populismo de lacayos que hoy busca anarquizar, convocar a nuevas elecciones y evitar ser fiscalizado.

Muy temprano un taxista atropelló a un camarógrafo. Después varios periodistas fueron vejados. La jornada inicial propagó la paralización económica y administrativa cuyo factor de identidad vino fortalecido de la delincuencia común, saqueo de locales privados y vandalismo, expuesto como arquetipo de reclamo. Luego, la conexión entre ciudades bloqueada.

La elevación del precio de las gasolinas como gran pretexto. El olor a llanta quemada recurrente y las detenciones por contribuir a la violencia sin diferenciar entre extranjeros y locales. Millones de gente sin llegar al trabajo y la tarifa del transporte aún en polémica. A día seguido, la medida de hecho apoyada por sindicatos, campesinos y estudiantes de distintas regiones. Y, la declaratoria de Estado de Excepción más parecida al agua salada cuando se desvanece entre las manos. Entre excesos policiales y militares, a la espera que devuelvan lo robado, que recorten el salario de asambleístas o les quiten los sueldos a los expresidentes.

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