Salir del caos, pero no entrar en otro

Es parte de nuestra cultura política. Se pedían medidas económicas urgentes y con algo de retraso llegaron. Unos las aplauden, en particular los que se ven beneficiados, y otros las rechazan. Desde luego en este último grupo, los que se sienten perjudicados, es en particular por la eliminación total del subsidio a los combustibles. Otros se mantendrán en silencio, hasta ver por dónde van realmente los tiros.

Los sectores populares (movimientos, gremios y sindicatos) amenazan con movilizaciones contra lo que llaman “gasolinazo” por decreto. Pronto estarán en las calles y plazas expresando su repudio, su malestar, su inconformidad. Es su derecho, así sucedió en Carchi. Luego, irán a las protestas y plantones a los que seguirán los diálogos. Estarán sentados a la mesa los veteranos dirigentes que hemos visto en el último cuarto de siglo.

La mayoría de la población que esperaba una drástica subida del IVA ha podido respirar con alivio, pero teme que el “gasolinazo” encarezca los precios en los mercados populares y en los que no lo son. Son los que viven de un salario o un pequeño negocio; es decir, la gente de a pie. Esperan que el Gobierno, en esta hora crítica, de alguna manera los defienda de los especuladores.

Solo el tiempo, y la creatividad de quienes gestionan las medidas, dirán si realmente se logra sacar al país del pantano en que nos dejó el populismo. Ni siquiera quienes forjaron la tragedia que ahora vivimos, antaño desafiantes, formulan la receta de otra salida a la propuesta por el régimen. Lo cierto es que los ecuatorianos pedimos salir de este caos, pero no entrar en otro.


La más peligrosa de todas las debilidades es el temor de parecer débil”. Jacques Benigne Bossuet Clérigo católico francés (1627-1704)La habilidad y la constancia son las armas de la debilidad” Nicolás Maquiavelo Historiador, político y teórico italiano (1469-1527)