EL GRAN HERMANO

Fausto Jaramillo Y.

Si bien la novela des escritor británico Aldos Huxley, Un mundo feliz, publicada, por primera vez, en 1932, tiene como tema principal el mundo creado por drogas que producen un falso sentido de felicidad, tenía, además, una aterradora previsión: la de la tecnología que transformaría el mundo.

Años más tarde, en 1948, otro escritor británico, George Orwell, nos mostraría la aterradora imagen del “Gran Hermano”, que siempre está vigilando nuestras vidas para que no pongamos en riesgo el orden establecido.

Las dos obras son, en realidad, un adelanto de aquello que hoy estamos viviendo. La tecnología actual, se ha puesto al servicio de los gobiernos y de las grandes corporaciones que sutilmente nos han quebrantado nuestra libertad y dirigen nuestras vidas.

Datos de nuestra vida, de nuestra personalidad, de nuestro entorno, de nuestra salud, de nuestro registro económico, de nuestros gustos y nuestras fobias, de nuestros amaneceres y nuestros atardeceres, todo, todo, está registrado en esos inmensos y tenebrosos equipos llamados servidores y, gobiernos y hombres sin escrúpulos hacen uso de esos datos para direccionar nuestro comportamiento cotidiano.

Se ha convertido en una imagen común el que los seres humanos caminamos mirando la pequeña pantalla de un teléfono celular, donde están las fotografías de nuestros seres querido y no tan querido, los números telefónicos de nuestros familiares y amigos, los memes que nos han enviado y los que hemos enviado, los mensajes escritos y de voz, en fin, allí está nuestro entorno, y pregunto ¿dónde está registrada toda esa información que enviamos y nos llega ¿Quién es el propietario o propietarios de esos servidores?

Cuando pagamos los impuestos, ¿Dónde queda registrada nuestra acción cívica? Cuando nos enfermamos y debemos acudir a una casa de salud y comprar los remedios recomendados ¿dónde quedan registrados esos datos? Cuando viajamos, ya sea dentro del país o fuera de él, ¿dónde quedar registrados el valor y el destino de nuestros tickets? Todo, todo, queda registrado y el dueño de esa información hace uso de ella de acuerdo a sus conveniencias. La privacidad ha desaparecido.

En estos días, desde el extranjero nos llaman la atención a los ecuatorianos, porque nuestra información está al alcance de cualquier empresa o ciudadano, pues los datos están registrados en servidores ubicados en otros países. Desde allí, el Gran Hermano, podrá controlarnos y dirigir nuestras vidas.