Ni ganadores ni vencidos

EDUARDO TABÁREZ RAMÍREZ

Tengo serias dudas de estar equivocado. Me quiero referir a la fractura social que se observa cada día con más notoriedad, en concreto a la última aprobación del Pleno de la Asamblea, en lo pertinente a la despenalización del aborto, cuando es producto de un execrable hecho como la violación.

El claro enfrentamiento de quienes se denominan ‘Provida’ que ventilan sus posturas contra la despenalización del aborto versus las tendencias que estiman lo contrario, cada uno de los grupos con razonamientos acordes a cómo ven y entienden la vida. En lo que me toca soy y seré respetuoso de las antes mencionadas y radicales posiciones, creo firmemente que este espacio de opinión por la heterogeneidad del pensamiento de los lectores, no puede caer en la subjetividad del columnista, salvo que sea en defensa de aspectos de orden social.

Los defensores del aborto producto de la violencia, bajo ningún aspecto son crimínales ocultos, tampoco son personas que nada les importa o que buscan hacer negocio con el cuerpo de una mujer, menos vender fetos; de la misma manera quienes están en contra del aborto creen o estiman ser representantes de la sumisión de la mujer ante un patriarcado inexistente. Estas dos posiciones conllevan las mejores intenciones, solo son visiones distintas.

Cada grupo hace su propia apología, lo cual bajo el pluralismo bien entendido es correcto defender una posición, muy a nuestro pesar, el sostén de estas visiones siempre va acompañado de adjetivos, que lo único que provocan es aumentar el clima de animadversión social: unos se declaran abiertamente triunfadores con oprobios a la postura divergente, los otros responden amenazantes, mejor sea dicho la clásica pica está vigente.

Una sociedad llena de beligerancias donde nada nos calza, donde las leyes son buenas si es favorable a nuestros intereses, jamás logra un desarrollo sostenible en el tiempo. El disentir no nos convierte en buenas o malas personas, ¿acaso las distintas creencias dogmáticas tienen superioridad una sobre otra? pues, no simplemente por las razones que sea unas pueden tener mayor cantidad de adeptos, sencillamente unos creen otros no.

Cómo este el País donde casi siempre calcamos visiones externas, más temprano que tarde se discutirá si lo correcto es comer un buen encocao con verde cocinado y no con pan, unos dirán que lo primero atenta a las especies del mar y los otros que la levadura con que se hace el pan es inocua.

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