Marihuana sí, aborto no

Kléber Mantilla Cisneros

¿Cuánta responsabilidad tienen los políticos al impulsar o desear el crimen o la impunidad, liberar el uso de la marihuana o afectar la intimidad de ciudadanos? ¿Acción u omisión del legislador al no integrar la libertad de decidir en las niñas violadas y no despenalizar el aborto? ¿Debate o silencio? ¿Por qué no especificar el castigo para violadores pero sí se prohíbe a la mujer decidir sobre su cuerpo?

Ellos, los políticos, podrían explicar ¿cuánto avanzó la educación y la ciencia como para castigar y penalizar hasta abarrotar las cárceles y legalizar la marihuana? ¿Se tiene que ser tan ingenuo o tan estúpido, y pensar que los asambleístas no saben que un Código Penal requiere cambios para detener despilfarro, corrupción y narcotráfico, ejercidos en los reinados correístas? ¿No falta incautar bienes mal adquiridos y detener las malas políticas públicas diseñadas desde el soborno? ¿Por qué votar ‘no’ o abstenerse para la incautación de bienes ante delitos de corrupción cuando la ecuación es simple: más leyes, menos libertad?

¿Qué hacen los mismos asambleístas para evitar un posible fraude informático electoral? ¿Esa comercialización de datos por Internet, de personas fallecidas y el mercadeo de información sensible que con seguridad alteran el tablero electoral de 2021? ¿Quién asegura que no habrá otro terrible apagón electrónico durante el próximo conteo de votos? Y, para colmo, ¿no nos pedirán amnesia, desmemoria; y, que olvidemos el caudillismo opresor, demagógico, grosero, mentiroso y canallesco porque las urnas se lanzan como única opción y salida verdadera?

¿No es que el ocaso definitivo de los políticos se cierra, a veces, cuando están fugados, encarcelados o en una tumba pero los listados de sátrapas activos en los parlamentos requieren del rechazo ejemplar y a cielo abierto? ¿No son los saqueadores los que evitan devolver lo robado y la marihuana ser liberada para ser fumada? ¿No es que el ciudadano grita estar hasta la coronilla de farsantes, tanto teatro y debates inútiles; pero, de a poco, se suma a las olas de gente por las calles que se encienden?

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