Capitanías o Capellanías

MIGUEL ÁNGEL RENGIFO

La cultura de los pueblos merece la atención principal de sus habitantes, pues ésta genera el dínamo de su identidad, que no es otra cosa que el amor propio por lo que somos; en este contexto un pueblito modesto aparece en Mulaló, parroquia antiquísima de nuestro país, que ha resistido en el tiempo a las furia del volcán vecino, que ha sido un pueblo con persistencia y personalidad, allí se han asentado importantes obrajes coloniales, nombrados en los informes que destacados historiadores registros que se han publicado con el pasar de los años.

Este singular pueblo es Joseguango Alto que sin duda alguna es una postal, un paraíso, cuyos habitantes a merced de sus atributos se muestran amables y cordiales con los foraños; todos sus habitantes celebran las festividades patronales en honor a la Santísima Cruz que se realiza cada primera y segunda semana de septiembre durante cuatro días cada una.

Éste que no es otra cosa que un auto sacramental y un teatro popular mezclado sincréticamente entre costumbres ancestrales, ritos y ceremoniales, así como la usanza heredada de la colonia en línea directa por la comunidad franciscana, como por el ancestro de culturas eminentemente preincaicas pues subsistieron a pesar de la rigidez de la opresión o desplazamiento del imperio liderado por Huayna Capac. El mismo sentido para esta fiesta popular y religiosa que es verdadera joya de análisis y estudio, así como de protección de propios y cuidado y comprensión de extraños debe ser tratada con riguroso sentido de pertenencia sin dejar de contrastar para evitar interpretaciones antojadizas o a lo sumo tergiversaciones.

Uno de los personajes que ha sido modificado por otros elementos zoomorfos en la fiesta de la Capitanía y Yumbada de la Santísima Cruz de Joseguango Alto, Mulaló, es el Oso, el oso andino el que habitaba, ahora pocos en su especie, entre la planicie de la Amazonia y el páramo de la cordillera andina ecuatoriana, el oso de anteojos, era el que hacen referencia investigadores y etnógrafos como Carvalho Neto o José Sánchez-Parga, que en el Bestiario de la fiesta barroca andina ecuatoriana aparece ligada a las Yumbadas.

En un inventario general para ubicar este personaje podríamos asentar la presencia del Oso huérfano de Yumbadas en lugares como: Aláquez, Guaytacama, Salache, Chan, Tiobamba, Cusubamba, Toacaso, Pastocalle, Mulaló, Angamarca, Isinche, Patoa, y un etcétera interminable; y hasta más extremo aún, solitario y sin su cazador guía.