La Asamblea le dice No a la despenalización del aborto por violación. La decisión fue tomada anoche en el Pleno, donde los parlamentarios distribuyeron sus voluntades a favor de la medida, que ha sido catalogada como ‘retrógrada’ e ‘inquisidora’. En los exteriores del Palacio había dos grupos, uno a favor y otro en contra.
Con 65 votos a favor de la despenalización, frente a 59 en contra, seis abstenciones y siete ausencias, las mujeres que han sido violadas en Ecuador deben tener a los hijos de quienes las ultrajaron, porque si deciden no hacerlo, podrían perder su libertad.
La despenalización necesitaba 70 votos como mínimo, pero perdió ante 72 voluntades, que se sumaron entre abstenciones, ausencias y votos en contra. Todo esto se dio en el debate de las reformas al Código Orgánico Integral Penal (COIP).
¿Todo sigue igual?
Las reacciones no se hicieron esperar. El legislador Guillermo Celi (SUMA) pidió que haya reconsideración de los votos, pero el Pleno de la Asamblea no dio paso a su petición.
“Es una vergüenza que se legisle con la Biblia en la mano”, comentó la jurista Dolores Miño, especialista en Derechos Humanos. En su opinión, el Legislativo “tenía la obligación de adecuar nuestra normativa a los estándares internacionales de Derechos Humanos”.
“Varios órganos de Naciones Unidas han insistido en su pedido a Ecuador para que despenalice el aborto por violación, indicando que no hacerlo constituye una forma de trato cruel para las mujeres y niñas forzadas a tener hijos tras un acto de grave violencia contra su integridad”, señaló la jurista.
“Es una vergüenza que se desprecie la vida e integridad de miles de mujeres y niñas violadas. Que nunca olvidemos a quienes con su voto, les dieron la espalda a ellas”, finalizó.
Los artículos 33, 34 y 35 del proyecto de reforma al COIP tenían la intención de modificar el artículo 150 de la Ley Penal del país, que define al aborto no punible como el “aborto practicado por un médico, que cuente con el consentimiento de la mujer o de su pareja, familiares o representante legal, cuando ella no se encuentre en la posibilidad de prestarlo. (SE-DAG)