Sin temores al cambio

EDUARDO TABÁREZ RAMÍREZ

El rezago de varias décadas que tenemos en la infraestructura y los limitados recursos financieros del sector público para desarrollar en pocos años los proyectos prioritarios, han llevado a muchos estados a buscar fórmulas para salir del atraso y dotar en el menor tiempo posible al territorio nacional con las obras necesarias para su crecimiento.

Una de las alternativas más recurrentes es la figura de concesión, cuya finalidad principal consiste en que el desarrollo de la infraestructura no dependa únicamente de los recursos públicos, sino que también vincule la inversión privada, cuya intervención siempre debe ser bajo el respeto a la ley demás consideraciones inherentes al derecho de los trabajadores, también determinar cuantitativamente el beneficio provincial.

La concesión responde tanto al interés público como a los intereses de la contraparte privada, la cual busca utilidades económicas, también conlleva y permiten el gerenciamiento especializado de las obras en mano de profesionales con remuneraciones competitivas y vinculaciones en base a méritos, generan indicadores de eficiencia y calidad en la prestación de servicios, garantizan un mantenimiento adecuado

El horizonte es tan amplio que debemos pensar en lo venidero, un exacerbado chovinismo no nos permite tratar con objetividad resultados del futuro, tanto nos queremos que solo pensamos en el hoy y no en el mañana de las generaciones venideras, somos tan nacionalistas y arraigados a nuestro entorno, sin embargo, muchos actores y contrarios a todo buscan capacitación para sus hijos en otros lugares y se afanan porque hablen inglés, el en fondo les gusta el capital, pero este no compra votos.

Todos los cambios suelen tener costos asociados a corto plazo versus beneficios importantes a largo plazo, la inversión privada no es renunciar a nuestra soberanía, menos a perder nuestra cosmovisión, pero nos permite el uso de válvulas de escape y libertad de acción en algunos ámbitos que hacen que en la práctica sea posible una economía de mercado muy dinámica.

[email protected]