Facultad de la Salud Humana

Santiago Armijos Valdivieso

Su génesis se remonta al 11 de septiembre de 1969 cuando se creó la Escuela de Medicina en la Universidad Nacional de Loja. Dicha instauración obedeció a la necesidad de que en nuestra academia se formen facultativos con espíritu humanista para servir a la nación y especialmente a la región sur.

Siempre ha sido uno de los mayores retos para la universidad la formación académica de los médicos, considerando que, de sus conocimientos, prestancia y honestidad, depende la vida y la salud de la especie humana. Felizmente, este propósito ha sido alcanzado con éxito por la Facultad de la Salud Humana durante estos últimos 50 años. Mi afirmación encuentra sustento en los valiosos servicios profesionales que prestan miles de galenos allí formados, tanto en centros de salud de Loja como de todo el Ecuador.

Se quiera o no, se acepte o no, la grandeza de las sociedades se concentra en el aporte que realizan sus ciudadanos y sus instituciones en las distintas parcelas del saber, de las artes, del progreso y del orden. Precisamente, eso es lo que ha hecho la Facultad de la Salud Humana, trascender altruistamente en favor del bien social, mediante la formación responsable de profesionales de la salud, y con ello, engrandecer el estandarte de méritos de la sociedad lojana que, orgullosa y agradecida, le rinde tributo por haber sido formada en su seno y brotada de sus más profundas necesidades.

Por ello, hoy que cumple su 50 aniversario, es más que justo, saludarla y augurarle largo tiempo de existencia. AsImismo, cabe felicitar a todos los directivos y profesionales de la salud humana que han sido y son parte de esta noble dependencia universitaria: médicos, enfermeros, odontólogos, laboratoristas y psicólogos. Lo hago, conmovido ante el trabajo que todos ellos realizan en favor de la vida. (O)