Salvatore Foti
Prácticamente todos los pesos pesados de la política nacional han empezado su campaña electoral para las elecciones presidenciales del 2021. Claro que, en apariencia, están respetando los tiempos para emprender la campaña electoral. Pero el sincronismo y la fuerza con la cual empiezan a salir, me deja con muchas sospechas. Primero porque, por lo regular, las campañas en el país no saben empezar de manera tan frontal y explicita dos años antes del “Día D” y, segundo, porque sin tantos rodeos ya conocemos a los principales candidatos. Lasso hasta tiene su cuña en la televisión y habla de su capacidad de saber crear fuentes de trabajo, mientras que Correa, que cuenta con su voto duro del 30%, busca a su candidato, pues sabe que tiene casi asegurado llegar a la segunda vuelta. Nebot, por su lado, se pronuncia en contra de las privatizaciones, que es parte de su estrategia para convencer a los indecisos de la Sierra a votar por él.
Alianza PAIS tiene el deber de poner su candidato y tal vez crea que cambiar de nombre a su movimiento para las próximas elecciones, pueda salvarle de su extinción. Sin embargo, ni Moreno ni su entorno podrán poner a un candidato fuerte.
Así que me quedo con los favoritos: Lasso, Nebot y el sucesor de Correa, como para empezar a ver el perfil del próximo primer mandatario. Lo que sigo sin entender es la razón por la cual empezaron a promocionarse tan anticipadamente. ¿Qué saben ellos que nosotros no? ¿Será que sospechan que Moreno se irá un año antes?
La poca fuerza que Moreno tiene dentro de la Asamblea Nacional podría justificar dicha sospecha. Lo que más cuenta es que, si Moreno necesita que Nebot sea el próximo Presidente, debe dejarlo competir lo más pronto posible. Nebot hoy en día tiene serias oportunidades de ganar las elecciones, pero esto no significa que en dos años tenga las mismas posibilidades.
Para ponerlo más fácil: es como que te garanticen que si juegas hoy vas a ganar el mundial, pero si jugamos en dos años ya no es tan seguro. Resulta, por lo tanto, obvio que vas a querer jugar la final. Esto es, exactamente, lo que está pasando. Solo el tiempo lo dirá.