Presidente: ¿Está usted seguro?

Ugo Stornaiolo

Faltan 19 meses para otro proceso electoral. Tres personajes anunciaron sus posibles o probables candidaturas. El único seguro, desde hace un año, es Guillermo Lasso, perdedor de un dudoso balotage con Lenín Moreno en 2017, donde la mano sucia del correísmo aún tuvo la capacidad para cambiar resultados.

Otros están barajando posibilidades y encuestas. Jaime Nebot, exitoso exalcalde de Guayaquil se prueba en sus bastiones de las provincias costeras, donde el partido Social Cristiano obtuvo buenos resultados en las elecciones del marzo. Ha visitado más de 40 localidades y espera encuestas que le aseguren el triunfo, a menos que aparezca otro Bucaram (que le ganó las elecciones de 1996).

Gustavo Larrea, irónicamente apodado “Rasputín criollo” en los chats de Alexis Mera y Correa, quiere hacerse conocer y ha armado una estructura político-partidista con Democracia Sí, cuyos resultados en los comicios de marzo pasado fueron aceptables.

Otro personaje que asoma es Andrés Páez, exbinomio de Lasso, cuyas oportunidades son mínimas, porque tuvo que armar otra agrupación electoral. Hay otros actores, como Fernando Villavicencio (conocido por sus denuncias sobre la corrupción correísta) o el socialista Enrique Ayala Mora. También se habla del cura Tuárez y la expresidenta de la Asamblea de la ONU, María Fernanda Espinoza, cuyo discreto papel en el organismo la llevó al ostracismo político.

Recientemente reapareció la opción de la candidatura a la reelección del presidente Lenín Moreno. ¿Está usted seguro, presidente? La campaña de imagen de los últimos días y las declaraciones de algunos de sus funcionarios y asesores presupone que alguno le quiere convencer de esa posibilidad.

Es evidente que el poder desgasta y al presidente lo ha desgastado bastante. Su imagen y liderazgo decayeron y es improbable un golpe de efecto que lo recomponga. Eso sí, se agradece lo que hizo, todavía insuficiente, para descorreízar la estructura estatal, donde sobreviven restos del más sombrío correísmo, enquistado en las altas esferas del poder, pero también hay escándalos de personajes de su círculo.

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