La época de la cosecha pasó, la tierra ya ‘parió’, los pueblos bailaron y danzaron por la abundancia. Pero ahora nuevas semillas se enterrarán, pues llegó el ciclo del cultivo. Es el momento de la Fiesta de la Siembra o el Tarpuy Killa.
Con este motivo, la Orquesta Juvenil de Instrumentos Andinos de Otavalo interpretará diversos ritmos tradicionales de Ecuador para fortalecer la conexión entre las comunidades y su relación con la tierra.
La agrupación se presentará el domingo en la Casa de la Música, en Quito, y tocará ritmos como el churay, el fandango, el yumbo, el danzante, el inti raymi y la chaspishka.
Ana Cachimuel, coordinadora de música andina del grupo Yarina, en la comunidad de Monserrat –Otavalo– (Imbabura), cuenta que el Tarpuy Killa es una de las etapas importantes de la agricultura y por eso se lo celebra con música.
La música está siempre presente
Cachimuel indica que el Tarpuy Killa está antecedido por la época de mucho sol, sequía y vientos fuertes. Agrega que después viene el tiempo del Accha Karay, en el que se invoca al agua y a la lluvia para que la tierra se vuelva fértil; mientras que en septiembre se escogen los granos para sembrar. Y es precisamente que “a este tiempo de siembra dedicamos el repertorio”, dice. “Es música alegre y llena de generosidad, que está presente en los pueblos andinos en tiempos de fiesta y de tristeza”, agrega.
En escena estarán 25 músicos, interpretando violines, guitarras, bandolines, bajos, toyos, sankas, sikus, zampoñas, flautas de pan, kenas, pallas y percusión.
Participarán también otras agrupaciones como el Ensamble Andino, el Coro Kichwa Infantil y el Ensamble de Pallas de la Escuela de Música Andina Yarina.
Creación indígena
El domingo se disfrutará de arreglos y composiciones de Ati Cachimuel, joven kichwa otavaleño que se desempeña como director de la Escuela de Música Andina, donde se formó la Orquesta Juvenil.
Al frente de la dirección estará Natalia Luzuriaga, directora coral e investigadora de coplas en las comunidades de Otavalo. (CM/PT)
Educación en la música
La Orquesta Juvenil de Instrumentos Andinos nació en Otavalo como una respuesta a las necesidades de jóvenes y niños de Imbabura. Esta agrupación tiene como objetivo ofrecer una formación musical inclusiva que fortalezca la cultura kichwa como un elemento fundamental de la interculturalidad de la zona, empleando una metodología de enseñanza basada en la música tradicional andina.