Nueva jornada de resistencia

Remo Cornejo Luque

La situación del país, con la gestión del Gobierno central y las instituciones del Estado genera el crecimiento del descontento popular. Ésta es una tendencia que se observa desde hace algunos meses y, al momento, no hay elemento alguno que pueda revertir esta situación. La insatisfacción con la acción del Ejecutivo, del Legislativo, del Sistema Judicial y los órganos de control, es un cuestionamiento a toda la institucionalidad.

Cerca de la mitad de la población considera que la situación del país es mala y cree que empeorará el próximo año. La percepción negativa sobre el presidente Moreno es alta, alcanza al 59% de la población, producto de su incapacidad para enfrentar y resolver los problemas del país y del tipo de medidas que aplica y anuncia.

Un 72% de ecuatorianos cree que el principal problema es la falta de empleo, sin embargo, Moreno anuncia más medidas que incrementarán el desempleo y hasta lo precarizará. Ese, un solo ejemplo de cómo el Gobierno actúa en contrasentido de los anhelos e intereses populares. Todo su programa económico es un conjunto de acciones que benefician al capital internacional y a la gran burguesía.

Lo significativo de este estado de ánimo de las masas es que su descontento se está transformando en movilización. No hay semana en la que no destaque una lucha de distintos sectores en diversas regiones. En nuestro pueblo anida la idea que, para que se escuche su voz y se atiendan sus necesidades, hay que luchar.

En ese camino el movimiento sindical llama a organizar una huelga nacional para enfrentar toda la política antipopular del gobierno, y en el proceso de su preparación se ha convocado a la jornada nacional de protesta para el 5 de septiembre, misma que será una demostración más del descontento popular. (O)

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