China crea un sistema de premios y castigos a su gente

COMPORTAMIENTO. La conducta de los individuos será evaluada.
COMPORTAMIENTO. La conducta de los individuos será evaluada.

Redacción CHINA

AFP

Puntos extra por donar sangre, pero una puntuación baja por pasear al perro sin correa: China puso a prueba un polémico sistema que recompensa o penaliza el comportamiento de los ciudadanos, que prevé generalizar el año próximo.

En un país conocido por su estrecha vigilancia policial, el dispositivo que aún en preparación hace temer la existencia de una sociedad con mayor control por parte del Partido Comunista en el poder.

Varias provincias o municipios del país establecieron estos sistemas de calificación, pero muchos están confundidos. Falta coordinación y difieren de un lugar a otro las recompensas y las penalizaciones, así como los criterios de evaluación.

En Pekín se pierden puntos por comer en el metro y en Shanghái por pasear al perro sin correa.

En la capital, los ciudadanos que reciban un puntaje muy elevado podrían tener ventajas para obtener un empleo como funcionario o un lugar en el jardín de infantes para sus hijos.

Pero en Qinghuangdao la recompensa sería un «certificado de ciudadano modelo» o un examen médico anual gratuito.

Sistema nacional
El Gobierno central pretende crear en 2020 el sistema de «crédito social» en todo el país. Pero «no habrá un sistema de puntos único para los ciudadanos, es un mito», afirma Jeremy Daum, especialista en derecho chino en la universidad de Yale, EE.UU.

Pekín podría recurrir a una serie de instrumentos, como un sistema de integración en una lista negra, de denuncia pública o incluso de calificación colectiva.

«El Gobierno no tiene certezas y trata de definir lo que un sistema de este tipo podría lograr y cuáles serían sus límites», opina Shazeda Ahmed, estudiante de doctorado de la universidad de Berkeley, en EE.UU.

El año pasado, los tribunales chinos emitieron 17,46 millones de prohibiciones de volar y 5,47 millones de tomar el tren de alta velocidad, según el Centro de Información Nacional del Crédito Social.

Por el momento, las reglas están claras. Tampoco es fácil para un ciudadano conocer su nota. A veces se enteran por casualidad.

«Uno de los principales problemas con los actuales experimentos de crédito social en China es que la mayoría de la gente no sabe que está en una lista negra», dice Zhu Lijia, profesora de la Academia de Administración Pública de China.

Proyectos pilotos, como el de la ciudad de Suzhou, cerca de Shanghái, se acompañan de una aplicación descargable de telefonía móvil con la que se puede comprobar la puntuación.

En la provincia oriental de Shandong, los lugareños vieron aparecer «clasificaciones de fiabilidad» en la puerta de sus casas el año pasado, antes de que fueran retiradas tras una protesta de los habitantes.