Quito y Pichincha sin gemelos

Es inconcebible que dos gemelos fundamentales que custodian la memoria simbólica de Quito y Pichincha estén siendo socavados sin que ninguna autoridad se pronuncie al respecto. No son Rómulo y Remo, de la mítica leyenda romana, estos gemelos son los Cerros de la Marca que están retratados en los escudos de Quito y de Pichincha y constituyen dos íconos para el paisaje cultural de nuestra identidad histórica y geográfica.

Deben ser declarados parte de nuestro patrimonio, junto al Catequilla que guarda cerámica quitu de nueve siglos. Todos hemos visto los dos Cerros de la Marca cuando arribamos al territorio de la Mitad del Mundo, en el valle sagrado de Lulubamba. A través de fotografías y videos, la acción cívica ciudadana mostró la enorme devastación de una de las laderas del Cerro de la Marca por canteras.

Ni el Municipio de Quito ni el Gad de San Antonio de Pichicha se han pronunciado. La geografía y la naturaleza son el primer soporte de toda defensa patrimonial. La gente tiene derecho al disfrute de su paisaje y calidad de vida según se infiere de los propios postulados de la Unesco. Los cerros y montañas fueron sagrados para los pueblos ancestrales por ser generadores de agua, refugio de vida y energía telúrica. El Shugo loma o Panecillo es el hito del Centro Histórico.

El Pichincha es nuestro Himno Nacional. La quema de la selva en Brasil nos duele pero nuestra naturaleza es un patrimonio que no valoramos ni protegemos. El incendio en ese otro ícono que es el Pululahua nos alerta. Nuestra selva y territorios son depredados por incendios, por codicia y lucro.

La devastación silente del cerro Auqui es la pésima planificación territorial. A pocos días de la declaratoria de Quito como Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad debemos preguntarnos por los inventarios que se destruyen.
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