Jorge Luis Borges y su brillante luz de enseñanza

Por Carlos Javier Jarquín

La lectura es la conexión para desarrollar el conocimiento, el grato contenido de los libros es el perfume preferido de la sabiduría. Quien lee constantemente está viviendo en un infinito cielo de sublime riqueza.

Jorge Luis Borges fue uno de los escritores más brillantes de Latinoamérica. Este mes se conmemoran 120 años desde su nacimiento, el 24 de agosto de 1899 en Buenos Aires, Argentina.

Fue maestro del cuento, poeta, traductor, conferencista, crítico, ensayista y un excelso orador. Su obra es fundamental en la literatura y el pensamiento universal.

Desde que aprendió a leer, Borges quedó maravillado gracias a ese mágico deleite. Hoy se recuerda su adicción a los libros, que lo convirtió en un escritor memorable.

El copioso éxito literario que saboreó Borges se lo debió a la influencia de sus padres, que desde muy niño lo contagiaron del deleite de leer.

Su trayectoria literaria es digna de admiración. Lo más destacable de su persona es su brillante luz de enseñanza, que nunca claudicó: la pérdida de la visión no le impidió continuar dedicándose a la literatura, a dictar conferencias y estudiar idiomas.

Conocer su legado es alimentarse de inspiración genuina, es entender que, mientras estemos en este mundo, debemos aprovechar el tiempo para vivir haciendo lo que nos provoca felicidad.

Emblema lector
En 2012, el Congreso de la Nación de Argentina nombró el 24 de agosto como el Día del Lector. Prólogos, antologías, traducciones, cursos y charlas dan testimonio de la labor infatigable de ese gran escritor, que cambió la prosa en castellano, como lo han reconocido sin excepción sus contemporáneos. Su obra fue traducida a más de 28 idiomas y llevada al cine y la televisión.

Recibió importantes distinciones de universidades y gobiernos extranjeros, entre ellas, el Premio Cervantes en 1979.

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FRASE

Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”. Jorge Luis Borges, escritor.