Salvatore Foti
El Gobierno hizo lo que yo definiría como la primera política pública hacia y para la gente, después de dos años de haber respondido a intereses y agendas de “dudosa procedencia”. Claro está que se trata de la mejora de un beneficio del gobierno anterior, pero peor es nada y hay que aplaudirlo. Me refiero a la ampliación y positiva evolución de los préstamos hipotecarios del Biess.
Lo primero que hay que recalcar es que el Biess financiará hasta un 100% para toda vivienda de alrededor de 130.000 dólares, aumentando significativamente el poder de adquisición por parte de quienes aún no tienen su primera casa. Pero hay muchos más aspectos positivos como, por ejemplo, subir de manera significativa el monto tope del préstamo a 460.000 dólares, permitiendo además al comprador tener que aportar solo el 10% de entrada.
Esto, a primera vista, dinamizará las ventas de inmuebles y beneficiará en general al sistema financiero nacional. Muchos podrían observar que el monto de 460.000 dólares es demasiado alto, pero en general no deja de ser una buena noticia. Me gustaría saber cómo se sienten los miembros del Ejecutivo después de hacer la primera cosa buena, pragmática y tangible para la mayoría de la población.
Espero que se sientan súper bien, pues si esta iniciativa no responde a las presiones del sector de la construcción, deberíamos esperarnos otras buenas iniciativas, como impulsar la creación de puestos de trabajo, dejar de asfixiar al sector productivo o, inclusive, la creación de competitivos préstamos estatales para todos los que quieran emprender o acceder a más bienes que puedan mejorar su calidad de vida.
Préstamos que puedan competir con los de los bancos, que en muchos casos ofenden al esfuerzo de los trabajadores, quienes se vuelven rehenes en lugar de beneficiarios de un préstamo. Intereses altísimos y ninguna alternativa existente en el mercado.
Mejorías se necesitan también en temas de impuestos. Se debe seguir modernizando el país hoy estancado y sin rumbo. Esperemos que nos sigan contando buenas noticias y no se trate de un disparo al aire, pues confianza el actual mandatario tiene muy poca y es legítimo esperar más hechos.