La quiteña Carla Mejía Maya, de 38 años, es activista del Movimiento de Protección Animal y casi toda su vida se ha dedicado al cuidado de animales. Al llegar a Esmeraldas, hace cinco años, afianzó más ese lazo. Lo que la motivó fue cuando salió a recorrer las calles de la ciudad y vio la gran cantidad de perros y gatos que deambulaban afectados por sarna, desnutridos y abandonados.
‘Canela’, una perra que rescató en estado crítico, ahora está bajo su protección. Con la ayuda de su esposo, Frank Toledo, que en ese tiempo fue el responsable del Comando de Guardacostas en Esmeraldas, se propusieron a cambiar la vida de los animales maltratados y abandonados. Así, construyeron algunos refugios en un espacio que le cedió el recinto naval. En pocos meses, la docena de sabuesos que rescató se convirtieron en animales robustos y, gracias al aporte económico voluntario del personal naval, se pudo financiar la alimentación. Su meta ahora es construir un albergue para mascotas en Esmeraldas.
Para recolectar dinero, realiza autogestión con la venta de peines, pulseras, camisetas, pero solicita apoyo de las autoridades y la ciudadanía. Otra de sus propuestas fue una ordenanza que ya está vigente en ese cantón, para la atención y protección de animales domésticos, que recibió el apoyo de la exvicealcaldesa Cecilia Angulo, quien presentó la primera denuncia legal por maltrato a un perro que fue ganada en los tribunales.