Martha Taco aprendió a ‘cosechar’ agua

Dato. Al cosechar el agua, la producción de Taco aumentó.
Dato. Al cosechar el agua, la producción de Taco aumentó.

Toda la vida de Martha Taco ha transcurrido en San Francisco de Miravalle, un lugar alejado del ruido de las autopistas, donde el verde de los árboles predomina.

La mujer de 58 años cuenta que es en aquel lugar, ubicado en lo más alto del cerro Auqui (oriente de Quito), donde aprendió a amar la naturaleza, sobre todo a sus plantas a las que cuida como si se tratase de uno de sus 10 hijos.

Aunque su voz es tímida, sus ojos reflejan la emoción cuando habla del proyecto que le cambió la vida a ella y a 14 familias más del sector.

Martha aprendió a ‘cosechar’ agua para evitar las pérdida de esta, que es fundamental para la agricultura y es la principal actividad de los habitantes de San Francisco de Miravalle.

“No quise quedarme con los brazos cruzados, ni ver cómo se me morían mis tomates, mis pepinos. Porque nosotros ‘cosechamos’ el agua para generar alimentos que son vida”, señala. Comenta que la ‘cosecha’ consiste en recolectar el agua de lluvia que se queda en los techos de las casas. Alrededor de estos, se colocan canaletas conectadas a tuberías que llegan hasta un tanque de hormigón armado, que su esposo le ayudó a instalar. Ahí se almacena el líquido vital que luego se reparte a los invernaderos adaptados. “Fui a unas capacitaciones y luego me di cuenta de que era posible hacerlo aquí”. El sistema fue replicado por otras mujeres que, como Martha, venden lo ‘cosechado’ para sustentarse económicamente.