Hernán Yaguana Romero
Si hacemos una comparación entre el gasto que realizan los adultos mayores en Europa frente al gasto que realiza el mismo sector en nuestro medio, realmente existe una diferencia abismal. Según el último informe de la Comisión Europea (estipulado en billones de euros) los rubros que mayor incidencia tienen son: vivienda y servicios 815, comida 445, transporte 401, recreación y cultura 297, restaurantes y hoteles 248, salud 167, ropa 150.
En nuestro país la tabla se invierte, es decir, el primer valor es salud 68%. ¿Por qué esa diferencia tan marcada? La respuesta está en lo cultural: nuestra sociedad, tiene encarnada en su pensamiento que, una vez entrada la edad plateada, de sesenta en adelante, de lo único que deben estar pendientes es de sus enfermedades. Esa idea arcaica está restando años a una de las épocas más importantes del ser humano como es la edad adulta, un período en el cual el ser humano requiere, por encima de todo, socializar, conocer y descubrir placeres que sólo el disfrute de explorar nuevos lugares les puede brindar.
Es maravillo ver cómo en Europa y América del Norte, los tours para adultos mayores son los de más acogida; aviones llenos de pasajeros donde la algarabía, la emoción y la amistad de cada ocupante da el colorido a los eventos que para este sector se prepara. Mirando estas experiencias que ejemplifican lo importante de diversificar la economía plateada; debemos preparar más acciones desde las cuales hagamos partícipes dinámicos a nuestros progenitores; donde sientan que la vida se proyecta a experiencias nuevas y únicas.
La tarea de crear una cultura del buen vivir para el adulto mayor, es una oportunidad para el sector público y el privado. La economía de toda la vida no puede reducirse únicamente al cuidado de la salud. (O)