El Arrayán, una casa que rescata la tradición montufareña

CONOZCA. Casa El Arrayán Restaurante data del año 1900. En el sitio se han desarrollado diferentes actividades a lo largo del tiempo.
CONOZCA. Casa El Arrayán Restaurante data del año 1900. En el sitio se han desarrollado diferentes actividades a lo largo del tiempo.
Paisaje. En el interior de este sitio es posible ver las terrazas, además de pastizales típicos de la localidad.
Paisaje. En el interior de este sitio es posible ver las terrazas, además de pastizales típicos de la localidad.
Familia. Dentro de este sitio se elaboran platillos de la localidad, así como gastronomía internacional.
Familia. Dentro de este sitio se elaboran platillos de la localidad, así como gastronomía internacional.
Museo. Más de 350 piezas se exhiben en el museo. Pertenecen a la cultura Cuasmal del Carchi.
Museo. Más de 350 piezas se exhiben en el museo. Pertenecen a la cultura Cuasmal del Carchi.

Redacción CARCHI

Montúfar es conocido como el cantón ‘Corazón del Carchi’. Además de poseer numerosos atractivos naturales turísticos, conserva rincones que fueron testigos de los albores de su historia. Entre las calles Olmedo y Rocafuerte se sitúa una antiquísima vivienda conocida como El Arrayán.
Esta enorme vivienda se ubica sobre una ligera pendiente, con su fachada verde clara, puertas de madera lacadas y un techo compuesto por antiguas tejas hechas de barro.

Con una amplia sonrisa, Rolando Revelo nos dio la bienvenida para recorrer cada uno de los rincones que componen este lugar.

Al ingresar, lo primero que se aprecia son las tazas, los platos y los vasos elaborados por los ceramistas. En estos últimos se impregnó el ‘sol pasto’, símbolo característico de los antiguos pobladores que habitaron Carchi y la parte sur de Colombia. Se visibiliza, también, un llamativo paisaje que lo componen los verdes y amplios pastizales. Sobre un extenso patio descansan dos terrazas, en una de ellas funciona el restaurante, el cual está decorado con madera.

Vetustas fotografías acompañan el sitio y además cuenta con un escenario decorado con antiguos elementos caseros.

Proyecto turístico
Nuestro guía, además, es el administrador de la Casa El Arrayán restaurante y también del Museo de las Artesanías. Mencionó que este lugar forma parte de un proyecto, el cuál comenzó con la reconstrucción de la casa por parte del GAD Municipal de Montúfar. Agregó que, asimismo, se recibieron fondos del Gobierno Vasco y Tecnalia. La restauración inició en 2015 y finalizó a mediados de 2016.

De acuerdo con Revelo, este plan se denominó como ‘fortalecimiento de las economías populares’ y se pretendió entregar la vivienda a distintas asociaciones para generar economía entre las mismas y con la ciudad.

Indicó que actualmente residen en el sitio cuatro asociaciones: Ceramistas del Carchi (encargados del museo), la asociación ‘El Capulí’ (preserva la memoria histórica del queso amasado), la asociación ‘Tusa Manos Artesanas’ (manufacturan tejidos) y la asociación de Servicios Alimenticios, Sabores y Olores de Montúfar (administran el restaurante).

Su historia
Revelo afirmó que esta casa data del año 1900, está compuesta de tapiales y bahareque al estilo de la construcción republicana. En sus inicios, en este espacio funcionó la primera fábrica de gaseosas artesanales que se distribuían en la ciudad.

En 1930 fue la primera panadería del cantón que perteneció a la familia Mena; se edificó un horno de leña que hasta ahora se conserva. En 1950, se inició la elaboración de queso amasado por parte de la familia Cuasapaz (pioneros en realizar dicha actividad). “Con este proyecto buscamos encadenarnos con una parte de nuestra historia para no perderla”, añadió Revelo. (APRN)

Una ‘habitación del tiempo’
° Entre uno de los principales atractivos de la casa El Arrayán se encuentra el museo de piezas arqueológicas. Francisco Ponce es el encargado de este lugar, además de ser un representante de los ceramistas del Carchi.

Para implementar este rincón de historia, Ponce dijo que durante 28 años se rescataron diversas piezas pertenecientes a la cultura cuasmal en sus diferentes fases, la cual se extendió por el norte del país desde el valle del Chota en Imbabura, hasta los alrededores de la ciudad de Pasto -territorio de los quillacingas- en el sur de Colombia.

Más de 350 piezas se presentan en el museo. Se pueden ver platos, ollas, cántaros, objetos ceremoniales, piezas orfebres, algunas piedras preciosas, vasijas con formas antropomorfas (representando a seres humanos) o zoomorfas (representado a los animales). También reposan algunas osamentas de los antiguos pobladores del lugar.

Anexo a este museo se encuentra otro rincón en el que se muestran las réplicas de las figuras pertenecientes a diversas culturas del Ecuador, además una colección de numismática (monedas y billetes antiguos ecuatorianos), piezas de herrería vetustas, entre otros objetos.

La gastronomía que se ofrece
° Entre los platos tradicionales se puede degustar el queso amasado acompañado de choclos, habas, mellocos y el ‘aguasal’ (preparación típica de la provincia, en la que se mezcla una porción de sal con agua). Además, está la fritada, el caldo de patas, el yahuarlocro. Se prepara comida rápida y productos de la cocina internacional. “Trabajamos mucho con la trucha, que se consigue en la localidad. Todos nuestros productos son locales, tratamos de comprar lo menos posible afuera”, anota Rolando Revelo. Añade que inclusive utilizan una vajilla artesanal elaborada por sus ceramistas, la cual es decorada con la iconografía de la cultura pasto.

Hay servicio de cafetería (el café se importa de la parroquia El Chical y del cantón Mira), como también una gala de suculentos postres.

Todo esto se acompaña con presentaciones culturales que se realizan cada mes.