Galápagos, una historia humana V

Patricio Durán

Este es el último artículo sobre la historia humana en las islas Galápagos. Hay mucho que contar al respecto, por lo que estoy preparando un libro. Como lo dije en un inicio, se ha prestado más atención a la historia natural, al estudio científico, a su biota, que a la historia humana.

En las islas Galápagos hay la eterna lucha entre el sector conservador y turístico. Es necesario que haya equilibrio y armonía entre estos dos sectores. Debe existir una simbiosis como en muchas de las especies animales.

La calidad de vida de los residentes del archipiélago debe estar a la altura de las excepcionales características de este Patrimonio Natural de la Humanidad. El marco legal que rige en la provincia se propone lograr un modelo de desarrollo sostenible de esta pujante economía, cuyo propio crecimiento parecería amenazar su bien más preciado: el aislamiento que condiciono el aparecimiento de especies únicas.

Debemos conocer con la misma profundidad con que conocemos la historia natural del archipiélago, la historia de la ocupación humana de Galápagos y estudiar atentamente este caso único en el Ecuador: pequeñas poblaciones aisladas, dependientes casi por completo de un flujo permanente de todo tipo de insumos del Ecuador Continental, que viven una situación económica mejor que la mayoría de la población ecuatoriana y que, a través de sus dignatarios de elección popular, han adquirido un peso importante en las lides políticas que se libran a mil kilómetros de sus costas, al mismo tiempo que no logran cumplir a cabalidad los sueños de prosperidad y calidad de vida de los galapagueños. Ello en medio de un ecosistema único que hace que un “efecto mariposa” -positivo o negativo, natural u originado por la acción humana- resuene con inusitada intensidad en el concierto mundial.