JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ
Los gobernantes de los países que han sufrido las secuelas de la primera y segunda guerra mundial, como los casos de Inglaterra, Estados Unidos, Rusia, Japón, incluso Alemania, luego de quedar devastadas, en ruinas y cenizas, con hambre, sin techo, no se han puesto a quejarse de lo ocurrido y en el caso del pueblo judío que sufrió la terrible agresión racial con persecución, confinamiento en campos de concentración, hambre, tortura y muerte, no se han quejado ni se han quedados sentados esperando que otros les resuelvan los problemas socio económicos.
Por el contrario, tampoco le han echado la culpa de su desgracia a sus opresores, no y mil veces no, sus líderes como Churchill, Roosevelt, Stalin, han planificado y mirado el futuro con optimismo, pensando que se puede con voluntad reconstruir sus pueblos, recuperar su economía y recuperar su sociedad luego de procesos y ejecución de planificaciones, con apoyo de equipos de profesionales especialistas en planificación, ingeniería, economía, etc., han logrado reconstruir a sus pueblos y convertirlos en potencias mundiales en ciencia, tecnología, urbanismo, y bienestar.
No es posible que luego de tres meses de haberse posesionado las nuevas autoridades, sigan quejándose de las administraciones pasadas; precisamente se dio paso a los cambios que demandaba la sociedad por el mal gobierno central y local, pero no podemos vivir del pasado, con el argumento repetitivo de lo malo que hizo o dejó de hacer el anterior Alcalde o Prefecto.
Es hora que las dos damas a las que se les entregó la confianza popular para gobernar Esmeraldas, asuman sus responsabilidad con mayor decisión, con mayor compromiso; que olviden el pasado, que decreten mentalmente el verbo construir las obras de desarrollo, con los mejores asesores y planificadores, con alta dosis de voluntad y honradez. ¿Será mucho pedir?