FAUSTO MERINO MANCHENO
Algún o alguna asambleísta, aprovechando que se está discutiendo en la Asamblea reformas al Código Orgánico Integral Penal (COIP), debería solicitar el tratamiento de las siguientes:
-La Ley que declara inocente a una persona, mientras no se le compruebe lo contrario, es una regla universal. Pero considero que no se la viola mostrando al público su rostro, cuando un sospechoso delincuente ha sido pescado infraganti cometiendo un delito. Actualmente en el país y en algunos otros no ocurre esta situación.
Todo malhechor tomado preso infraganti, cometiendo un robo, un asalto, una violación, un crimen, un delito de narcotráfico, están protegidos por una Ley que impide mostrar su rostro al público. Los fotógrafos y camarógrafos borran las imágenes de sus caras. En cambio, los perjudicados son filmados, fotografiados y hasta entrevistados, delatando sus rostros y quedando al descubierto indefensos ante posibles retaliaciones o venganzas posteriores.
Las autoridades de la justicia piden que quienes hayan sido perjudicados por el aprehendido, se acerquen a denunciarlo. ¿Qué persona perjudicada -aparte de la del suceso- podría identificar al sospechoso y denunciarlo, si no se le ha permitido ver su rostro? ¿Acaso pensarán que mirando rápidamente el bulto del sujeto o su vestimenta, podrán tener la certeza de identificarlo? En cuanto a las imágenes y textos tanto de las redes sociales como de la televisión, se debe crear un articulado especial que frene, solo como ejemplo, los dos siguientes casos:
1.- Castigar los pasquines que, con pseudónimos, sin firma, sujetos cobardes emiten toda clase de comentarios, e historias inventadas, informaciones falsas, muchas que calumnian la honra ajena y que en manos de gente ignorante o de mente torcida, son replicadas a sus grupos o al público en general, creando una cadena de idioteces que, multiplicadas, adquieren tintes de verdad. Alguna ley, algún procedimiento debe existir para detener este tipo de información nefasta.
2.- En la televisión son innumerables los anuncios de pastillas, pomadas, geles, pastas dentales, jabones. Milagros -dicen- que curan con absoluta seguridad lo que anuncian. Todos tienen ingredientes que no se sabe si realmente existirán y otros que a lo mejor se comportan como venenos.