Bienvenido Presidente

MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ

La ciudad y provincia de Esmeraldas lo acoge a usted, presidente Lenín Moreno, en esta fecha ubérrima que proclama los 199 años de emancipación política; somos la provincia más olvidada a través del tiempo por el afán demagógico ofrecido en campaña por politiqueros que no avizoraron el desarrollo y que gobiernos pasados nos descuidaron. Con fe y esperanza consideramos que su venida trae excelentes compromisos para el desarrollo socioeconómico. Su huella se perennizará indeleble ante las ingentes necesidades que vivimos y padecemos y que ahora con el compromiso moral, afán de servicio, calidad humana y administrativa usted proporcionará a Esmeraldas.

Los 10 años de la década pasada usufructuando el sustento económico de los ecuatorianos está a la vista también en este sector del suelo patrio: sin reactivación económica, aflorando cada vez más la desocupación, enfermedades, miseria, contaminación agresiva y venenosa de la Refinería que es la peor herencia que nos dejaron; necesitamos se agiliten los proyectos presentados por nuestras autoridades locales: alcantarillado, agua potable, asfaltado de calles y veredas, vivienda, atención a los sobrevivientes de Tabete que viven ahora en precarias situaciones, aún no se ha atendido como debe ser a los coterráneos sufridos por el terremoto del 2016; el patrimonio de la ciudad requiere la atención urgente, se cae a pedazos abandonado por las autoridades competentes.

Necesitamos reapertura urgente del hospital civil Delfina Torres Vda. de Concha en el centro de nuestra ciudad; reapertura de escuelas cerradas, los estudiantes se encuentran aglutinados en escuelas que han tenido la imagen de insignes educadores que forjaron sus ideales y entrega en bien de la niñez y la juventud; los pocos parques que tenemos merecen la atención para deleite de todos. Su delicada atención y aplomo que entregue a la hidalga tierra será bendecida y agradecida por siempre.

Los sectores campesinos merecen la atención en el cultivo de la tierra pródiga que Dios nos dio, fuimos los primeros exportadores de la tagua, la balsa, el buen banano, ahora se lo demuestra con el café y el cacao; hay que socorrer el sembrío de la palma africana y de los cocales que privilegió a Esmeraldas. Anhelamos la protección y seguridad al sector pesquero que sucumbe por los asaltos en el mar. Nuestro Puerto merece toda la atención como se hizo en Manta, Posorja, Guayaquil. Gracias señor Presidente.

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