Seis meses después de haberse proclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó no ha logrado su objetivo de sacar a Nicolás Maduro del poder.
Eso sí, consiguió el reconocimiento de la comunidad internacional y una popularidad entre los venezolanos que nunca antes había tenido. Esto ha significado un mecanismo de presión para Maduro, que continúa manteniendo el control, pese a las sanciones y los múltiples emplazamientos externos a convocar a nuevas elecciones.
El jefe del parlamento llegó a contar con una popularidad del 60% cuando llenó de esperanzas a sus seguidores al proponer una ruta: “cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”. Un lema tan popular como su “vamos bien” que hoy ya casi ha desaparecido de su discurso. El proceso que Guaidó inició hace seis meses parece haber entrado en un estancamiento. En este momento, se encuentra negociando con el Gobierno de Maduro en Barbados, lo que representa un intento más de ese mecanismo al que la oposición ha tenido que acceder. Muchos expertos coinciden en que el gran error de Guaidó fue caer en la trampa del diálogo, tras varias experiencias fallidas.
La verdad es que parece haber un desgaste en el líder opositor. Mientras tanto, sigue el hambre y miles de venezolanos continúan saliendo de su país. Aunque todavía haya quienes tengan esperanzas, también es cierto que cada día encuentran menos razones para salir a la calle a protestar, porque sienten que eso no contribuye en nada: Maduro no va a abandonar el sillón de Miraflores.
La democracia se presenta desnuda porque ha de convencer.” Antonio Gala Escritor español (1930)
Una nación sin elecciones libres es una nación sin voz, sin ojos y sin brazos”. Octavio Paz Escritor mexicano (1914-1998)