Propiedad privada y corrupción

Jaime Duran Barba

Hasta fines del siglo XVIII la inmensa mayoría de la gente vivía en extrema pobreza, solo tenían riqueza los nobles, los eclesiásticos y una incipiente burguesía conectada con el comercio. Cuando se produjo la Revolución Industrial aparecieron el capitalismo y la democracia.

Personas que no tenían poderes mágicos produjeron una cantidad de bienes inimaginables con su trabajo, y la nueva realidad permitió que se desarrollen paulatinamente las ideas democráticas, como el respeto por la propiedad privada, los Derechos Humanos, de las minorías, de la mujer y otros valores que son parte de la cultura contemporánea.

Nada de eso existió en la sociedad precapitalista, ni en los Estados socialistas que persiguieron a los homosexuales, fueron machistas y creyeron que la propiedad privada era una institución burguesa. En el centro y el norte de Europa se desarrolló un conjunto de actitudes y valores que Max Weber denominó “la ética protestante”, basada en el culto al trabajo, al ahorro, al sacrificio, al respeto por las normas.

Sobre esa base se construyeron países ricos en los que la gente tenía claras las normas que regían sus relaciones y las respetaban. No pasó lo mismo con los habitantes del sur de Europa, y menos con los latinoamericanos, que generaron sociedades masivamente anómicas, con habitantes poco inclinados a cumplir con las normas.

Durante el siglo pasado se enfrentaron los países capitalistas con los comunistas. Los revolucionarios que asaltaban un banco no creían que cometían un delito; decomisaban el dinero de los ricos para financiar su lucha. Los gobiernos revolucionarios nacionalizaban o expropiaban los bienes de sus adversarios o de países extranjeros como nota legítima de rebeldía. Más de la mitad de la población del mundo estaba gobernada por regímenes anticapitalistas que eran solidarios con los revolucionarios y garantizaban su impunidad. Cuando se derrumbó la Unión Soviética esto cambió, pero algunos latinoamericanos todavía no saben que esto es así.

*Profesor de la GWU. Miembro del Club Político Argentino.
(Fuente www.perfil.com).