‘Buscando refugio’

Rodrigo Contero Peñafiel

Los problemas creados por dictadores y narcotraficantes que defienden territorios donde la corrupción y el crimen limitan la forma de vida de la gente, hace que vivan abandonadas y en la pobreza extrema, muchos se instalan en el suburbio, el campo o la montaña para sobrevivir y es ahí donde adquieren problemas físicos y psíquicos permanentes, si no encuentran refugio en los países vecinos.

La violencia ha marcado la vida de los habitantes de aquellos estados sometidos por la represión y de los que deben huir lo más pronto posible, para no ser obligados a enfrentar a sus compatriotas o cumplir actividades de alto riesgo como es el cultivo, cuidado y transporte de drogas para evitar caer en la indigencia; muchos consumirán sustancias psicotrópicas para compensar la angustia de su futuro incierto, dependencia que produce el temido síndrome de abstinencia, que complica la salud física y mental de los adictos y su familia. Las consecuencias de una vida inestable y llena de necesidades producen estrés permanente, ansiedad, depresión, agresividad, alcoholismo y problemas de la sexualidad que luego se transforma en delincuencia y prostitución.

Abusadores y narcotraficantes obtienen ingentes ganancias por la crueldad que ejercen sobre la población a la que someten y sufre los efectos de la persecución, el chantaje y el crimen organizado que impide satisfacer las necesidades básicas de la familia. La suspicacia de líderes opresores se ve estimulada por la naturaleza de su conducta diplomática y estratégica para ostentar el poder, lo que les permite reprimir, torturar, violar y matar. Tiranos, terroristas y narcotraficantes secuestran seres humanos, los maltratan física y mentalmente y los eliminan, esto es el resultado de su alterada personalidad, luego se darán a la fuga a países llamados socialistas a donde llegan pidiendo refugio como “perseguidos políticos”.

El Ecuador está obligado a desarrollar políticas públicas de emprendimiento, seguridad y salud mental para proteger a su población, las conductas delictivas van en aumento, es necesario recuperar la paz y tranquilidad perdidas en los últimos años.

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