La globalización nos roba la cultura

Hernán Yaguana

Quizá sin darnos cuenta, desde hace años, hemos ido cercenando poco a poco nuestra cultura, relegándola a lugares insignificantes, por no decir matándola. Esa diversidad étnica que nos situaba dentro de un lugar especial y diverso en el planeta, casi ya no existe. En la actualidad nos hemos vuelto extremadamente dependientes de la globalización cultural, que ni siquiera es un hibridismo como lo señalaba Peter Burke, sino una imposición que trata de uniformarnos a todos, en todos los sentidos. Si hacemos un breve análisis vamos a determinar que en Ecuador ya no queda mucho de nuestra riqueza cultural, sino miremos qué pasa con las lenguas ancestrales, supuestamente se hablan catorce, pero la pregunta sería ¿cuál es el porcentaje de la población que practican esas lenguas?, quizá un 0.3%, o menos, ¡esto es decadente! Pero lo malo no termina allí, lo más grave es que quienes lo hablan son personas adultas mayores de 50 años.

Ligado al tema, percibimos con mucha emoción la euforia que provoca la llegada del 5G al país, escuchamos noticias donde se señala que el nivel de vida va a mejorar considerablemente, incluso el Gobierno de Moreno ha señalado que va a convertir al país en un Ecuador digital ¿será tan cierto?, o acaso esta tecnología de alta velocidad podría aniquilar por completo lo poco que queda de nuestra cultura, y ahora sí convirtamos en dependientes. Vale entender que Ecuador no se caracteriza por producir bienes culturales digitales; en consecuencia, lo que vamos a incrementar con el 5G, si no actuamos con sentido crítico, es el consumo cultural externo.

Si algunos no lo saben el consumo cultural está directamente relacionado con la economía de un país. Por tanto, hay que tener mucho cuidado con las tecnologías que nos avizoran una vida feliz, detrás de ellas hay mucha tela que cortar. (O)

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