Lucía Margarita Figueroa Robles
Cuando nos referimos a la música académica, por lo general pensamos en los grandes compositores de música clásica como Mozart, Beethoven, Haydn, o quizá en tipos extravagantes que llevaban pelucas gigantes y rizadas, acompañados por trajes peculiares; pero si bien la música existe en el sonido, como cuando leemos en la biblia «En el principio era el Verbo…>> y pensamos que definitivamente el verbo es un sonido. Tendríamos que remontarnos a la prehistoria, para hablar de la música como tal, la cual estaba presente en todo momento, como cuando se emitían sonidos o cantos para asemejar el que producían los animales, o generar un llamado cuando se encontraban a distancias lejanas; y más aún en las tribus prehistóricas que danzaban al compás de la música producida a través de objetos sonoros que según investigaciones datan de hace 40000 años con el Homo Sapiens en el Paleolítico Superior, paralelos al arte simbólico y figurativo, y se ubican entre los primeros restos artificialmente perforados, así se pueden mencionar: piedras, semillas, maderas, conchas, cuernos, huesos, silbatos, trompetas, lengüetas, arcos, instrumentos que producen sonidos arquetipos, siendo la base del lenguaje sonoro y la musical universal. Pero así mismo dentro de este recorrido por la historia de la música, llegamos al renacimiento a finales del siglo XIV e inicios del XVII que es el período en el que gracias al invento maravilloso de Gutenberg, los compositores lograron imprimir sus obras y así mismo aparecen las alteraciones; posteriormente surge el barroco y con él la orquesta, siendo un contraste que busca la oposición en el ritmo, sonoridad, matices, instrumentos. Posteriormente surge el Clasicismo que coincide con la época de la ilustración y con la revolución francesa; continúa en este recorrido la época del Romanticismo que gracias a una evolución física del piano, cambió el rumbo de la historia de la música clásica; ya en el siglo XX se llega a una dispersión de movimientos musicales como el futurismo, dodecafonismo, etc. que constituyen la música contemporánea hasta la actualidad. (O)