El Estado de Excepción en el sistema carcelario no ha impedido que desde el otro lado de los muros sigan publicándose imágenes y videos de casi todos los asesinatos violentos, de los últimos meses. Y aunque estas filtraciones han mostrado el descontrol al interior de los centros, Daniel Pontón, decano del Centro de Seguridad y Defensa del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), califica como inadmisible que al interior de las prisiones existan celulares.
Desde su análisis, considera que la violencia en las cárceles se ha vuelto un espectáculo muy consumido que puede ser peligroso pues hace que se fomente el morbo y se repliquen esas dinámicas. “Los conflictos tienen un efecto cadena, son como olas que atraen a otras formas de conflicto”, dice el académico, quien hace énfasis en que la crisis carcelaria no es reciente y que hay diferentes actores que inciden también en la difusión de los crímenes porque se dieron cuenta de que así pueden llegar a la conquista de algún interés, incluso político.
Según Pontón, la mediatización no está solo en la situación de sistema penitenciario, sino que “la tecnología ha cambiado las reglas del juego a las instituciones”. Menciona que el control y el escrutinio a entidades como la Policía, que en general ya está muy expuesta, ahora está en manos de los ciudadanos.
Percepción y cifras
El experto en seguridad, menciona que también se puede ver a las nuevas maneras de control de forma positiva para implementar cambios en las acciones de las instituciones. Pone como ejemplo la reacción de los policías en el femicidio ocurrido en Ibarra a inicios de año y comenta que al evidenciar esas situaciones se espera que los protocolos mejoren y ya no se cometan los mismos errores.
EL DATO
En lo que va del año cerca de 20 personas han sido asesinadas al interior de las cárceles.En el contexto actual, en varios ejes de las políticas públicas se ha convocado a un gran Diálogo Nacional y la seguridad ciudadana también está incluida. Entre los temas que actualmente se debaten en las mesas está la corresponsabilidad de las instituciones para prevenir el delito y buscar estrategias para que la academia, los medios de comunicación y otras instituciones se involucren para discutir sobre distintos ejes que inciden en la sociedad.
Así, Pontón explica que el fin último de la prevención del delito se refiere a evitar que una conducta ilícita se perpetre pero que el camino para lograrlo se ha visto por mucho tiempo solo desde lo penal. Por ejemplo, se piensa que con enviar a alguien a la cárcel va a dejar de robar o que las sanciones ejemplificadoras lograrán que la gente deje cierta conducta.
Él insiste en que en la práctica el tema es muy complejo y topa fibras estructurales. Menciona que una de las evidencias de este tratamiento que no ha sido integral es la “hipercriminalización” del tráfico de drogas, en un panorama en el que hay cerca de 12 mil presos por esas causas, cuando se podrían revisar opciones distintas. Una de esas atacar al consumo que confluye con la venta al menudeo.
En el territorio
Con respecto a la información y a lo que se percibe en seguridad aterrizando a lo local, Pontón explica que, si bien hay una cifra negra en cuanto a denuncias, hay que empezar a entablar nuevas formas que permitan entender mejor el panorama, una de esas podría ser la utilización de datos del ECU911 con las de otras instituciones.
Para el decano, es importante que los actores que por algún tiempo han estado desligados, como los gobiernos locales (municipios, juntas parroquiales) empiecen a interactuar para que haya una mirada especializada con la cual, dentro de sus competencias, las autoridades puedan contribuir. (PCV)
FRASE
Los Municipios pueden aportar en la reinserción (de los presos) y en estrategias de prevención situacional que permitan mitigar la oportunidad del delito como la recuperación del espacio”. Daniel Pontón, Decano del IAEN.