Comuneros de Yahualyata comercializan ‘de la cosecha al cliente’

Viajeros. Aprovechan para comprar los productos a un precio cómodo. (Foto: Archivo La Hora)
Viajeros. Aprovechan para comprar los productos a un precio cómodo. (Foto: Archivo La Hora)

En la comunidad Tamboloma, sector Yahualyata de la parroquia Pilahuín (Tungurahua), los habitantes se dedican a la producción agrícola, así como a la venta de animales y la ganadería.

Su idioma oficial es el kichwa, mantienen su vestimenta, las fiestas y las tradiciones, además del uso de instrumentos musicales propios de su tierra.

El ‘Altlas alimentario de los pueblos indígenas y afrodescendientes del Ecuador’ indica que entre los alimentos que ellos cultivan, el más importante es el maíz, con todas sus variedades: el suave, el amarillo o ‘quillu sara’, y el blanco o ‘yurak sara’.

Otros de los productos que se destacan en esta zona son la zanahoria amarilla, la papa, la cebolla colorada, el melloco, el haba, el ajo y la oca.

En la comunidad Tamboloma, donde están Yahualyata, Yatzaputzan, Cunucyacu, existen extensos terrenos que son aprovechados para la siembra de estos alimentos.

Reactivan su economía
Los alimentos agrícolas tradicionalmente han estado orientados a la venta y el consumo familiar, pero en la actualidad, como resultado de la reducción del tamaño de las tierras, el cansancio de las mismas y el mal uso de agroquímicos no generan excedentes.

En este contexto, los indígenas de esta zona han optado hace algunos años por vender sus productos en su propia comunidad. Lo hacen ‘de la cosecha al cliente’.

Se trata de una feria que tiene este sector entre Ambato y Guaranda.

Productos. Son frescos y están disponibles para los viajeros. (Foto: Archivo La Hora)
Productos. Son frescos y están disponibles para los viajeros. (Foto: Archivo La Hora)

Son algo más de 30 personas que han aprovechado el paso de los vehículos que van y vienen entre Tungurahua y Bolívar, para sacar a la venta los alimentos que los comuneros siembran y cosechan en sus parcelas, puesto que gracias a esta forma de comercio han podido reactivar su economía.

EL DATO
Las hortalizas de esta zona son cultivadas con abono 100% orgánico. Paulina Mazabanda es una de las comerciantes del lugar. Ella, bajo una carpa improvisada con plásticos, hojas de zinc y madera, formó un graderío donde expone los productos que junto con su familia siembran en sus parcelas. A estos también los acompañan con productos de la Costa, que los llevan desde el mercado Mayorista de Ambato para ofrecer una variedad a los clientes.

En ciertas ocasiones los camiones que viajan de la Costa a la Sierra dejan las frutas y para ellos es mucho más conveniente adquirirlas.

“La gente que va en sus carros paran y se llevan las cosas que nosotros vendemos”, cuenta la mujer.

Es el caso de Robert Murillo quien, junto con su esposa, cuando van de regreso a Samborondón, aprovechan esta feria. “Siempre compramos aquí porque son más convenientes las cosas y cuando llegamos a casa repartimos a nuestros familiares”, menciona.

“Antes vivíamos solo de la agricultura, ahora gracias a esto hemos podido mejorar un poco nuestra economía”, señala Mazabanda.

Trabajo en familia
En cada puesto de hortalizas, frutas y verduras es posible observar a familias completas, todos ayudan.

Desde las 08:00 se encuentran los indígenas en sus carpas, hasta las 19:00, dependiendo del clima.

Cuando llueve cierran temprano y vuelven a sus casas para llevar a cabo sus labores agrícolas.

Todos los días salen a vender, este es un mercado conocido para las personas que viajan constantemente por esta vía.

Los niños también ayudan en las tareas fáciles, como desgranar arveja, habas y choclos. Los más grandes se dedican a llamar a los pasajeros a que compren sus productos. (DLH)

Choclos asados
° Algo singular que llama la atención a los viajeros es que a cualquier hora del día en los mismos puestos sacan pequeños fogones, en los cuales ponen a asar choclos, plátanos maduros, y los fines de semana pinchos.

Esto en el frío de la mañana o de la tarde brinda abrigo a los comerciantes y a los clientes que hacen su parada para degustar de este producto. “Es inevitable pasar por esta vía sin ir comiendo un choclito asado, porque esto es un manjar para nuestro paladar”, dice Pablo Zambrano, conductor.

El mercado Mayorista de Ambato se encuentra en el kilómetro 28, dirigiéndose hacia Guaranda. Con esto buscan evitar que los comuneros abandonen su lugar de origen y migren a otras ciudades en busca de una vida mejor.