POR: Luis Fernando Revelo
Siempre se ha dicho que en el misterio del tiempo no hay ayer, hoy, ni mañana. Por eso Eliot, ese famoso escritor norteamericano, solía afirmar: “El tiempo presente y el tiempo pasado están juntos en el tiempo futuro, y el futuro contenido en el pasado”. Han transcurrido 50 años desde aquel historiado 21 de julio de 1969, justamente cuando el hombre pisaba por primera vez la luna y grandes acontecimientos conmocionaban al mundo, 119 estudiantes del recordado Normal Experimental “Alfredo Pérez Guerrero” asociado a la UNESCO prometían “por su honor y por la Patria, defender la Constitución y las leyes de la República, propender a la difusión de la cultura… guardando íntegro el espíritu del Normal”. A la vuelta de cinco décadas con el alma ya cuajada de recuerdos, se convocan nuevamente para hacer reminiscencia de lo que fue su Bachillerato en Ciencias de la Educación, para renovar su compromiso de ser maestras, sembradoras del bien, de la bondad y de la belleza y sostener incólume el Evangelio patrio, la gratitud para con sus maestros y el amado Establecimiento que les enseñó a ser maestras en el concepto señero del término.
Rememorar el camino recorrido, emociona del modo más vivo los recuerdos y celebra los latidos del corazón, sensible siempre a esas añoranzas del pasado, a los imperativos del compañerismo, a todo lo que ha quedado lejos, aunque nada de esto se desvanece en la bruma del tiempo. La fuerza evocadora del pasado que almacena en la memoria las impresiones juveniles, donde aparecen el amor y el dolor, la ausencia y el olvido, las ocurrencias juveniles, los esfuerzos, los desvelos, las exigencias de quienes fueron sus maestros.
Felicitaciones a este puñado de maestras que celebran con desbordante júbilo sus bodas de oro profesionales.