Se extingue el bosque del Chocó en Ecuador

OCUPACIÓN.  El monocultivo de palma en la zona baja del Chocó ecuatoriano está ganando terreno. (Foto: Cortesía)
OCUPACIÓN. El monocultivo de palma en la zona baja del Chocó ecuatoriano está ganando terreno. (Foto: Cortesía)

En el noroeste de Ecuador, principalmente en Esmeraldas, se ha deforestado el 61% del bosque del Chocó, refiere un reporte publicado por Monitoring of the Andean Amazon Project (MAAP), iniciativa de Amazon Conservation y Conservación Amazónica.

A esta cifra se suma la disminución del bosque bajo en un 68%. Solo en el periodo 2017-2018, 4.600 hectáreas se perdieron, especialmente de elevación baja. Esto significa que la existencia de las especies de plantas y animales que habitan en esta altura están muy amenazadas.

El informe indica que los remanentes de este bosque protegidos por el Parque Nacional Cotacachi – Cayapas y reservas ecológicas, se encuentran en altitudes medias y altas, y que la mayor pérdida se da en la selva baja.

Cuidar lo poco que queda
Según la Fundación Jocotoco, que mantiene la reserva privada Canandé en esa zona, el bosque del Chocó tiene una alta tasa de endemismo y riqueza biológica, pero ha sido una de las áreas más afectadas por la deforestación.

Con Canandé, que tiene 7.000 hectáreas, se quiere formar un corredor que conecte con la reserva Cotacachi-Cayapas. El fin es impedir la deforestación y facilitar el paso de la fauna, dice Martin Schaefer, director de la fundación.

Agrega que entre los esfuerzos por conservar lo que queda del Chocó, la fundación realiza proyectos con las comunidades, para preservar la naturaleza y usar la tierra de modo sostenible. En caso de no combatir la deforestación, se extinguirán especies antes de conocerlas, apuntó Schaefer. (CM)

Una zona con grandes riquezas
° El Chocó lo conforman bosques húmedos y muy húmedos de la región del Pacífico en Colombia y Esmeraldas, así como bosques secos de Manabí.
Esta zona va desde el nivel del mar hasta los 4.000 metros de altitud, cubre zonas bajas, medias y altas de la ladera montañosa de los Andes occidentales. Abarca bosques de páramo, alto andinos, montanos, premontanos y bajos de la Costa.

En 2018, solo en la comunidad Playa de Oro, asentada en las riveras del río Santiago, en Esmeraldas, cerca de la frontera con Colombia, se demostró que existen más de 300 especies de aves, en una zona que va de 50 a 450 msnm. Mientras que en el río San Juan, en Tobar Donoso (Carchi), también frontera con Colombia, en solo 7 km2 de indagación se sondearon unas 210 especies de aves en un rango actitudinal entre 120 – 270 msnm.