POR: Laura Benítez Cisneros
El Ecuador, siendo el fundador de la Alianza del Pacífico, entra a integrar con los demás países de América y de la zona del Pacífico la entidad, y ya son 24 los que se han unido a formar este grupo en beneficio y bienestar del continente americano.
La vinculación del Ecuador a la Alianza del Pacífico nos muestra el nuevo momento en el que tenemos una puerta abierta, con buenos senderos y en busca de formar parte de la integración del país con América y el mundo. Atrayendo procesos de enlace con las diferentes industrias, compañías y mercados.
Dentro de este campo de apertura en el que se beneficia nuestro país, con los demás países asociados tendremos mayor integración, así como con el resto de países del planeta. Habrá otras naciones que quieran participar e integrarse por las ventajas que los países están demostrando, y en estos últimos tiempos nuestro país ha dado muestras de confianza y fidelidad en sus actos, tanto en el sector gubernamental, público y privado, que han demostrado verdadero interés por sacar adelante a nuestra nación, después de una década de postración y corrupción, por la que hemos pasado el pueblo y en especial las zonas de frontera, que todo un siempre hemos sido tratados como deprimidos, con poca atención a nuestros pedidos.
Las comunicaciones que se logre con la Alianza del Pacífico, nos permitirá atraer capitales, para las empresas, compañías, etc. En este momento, que somos el eje central de la economía y se nos abren las puertas para ampliar nuestros negocios con Estados Unidos, China, Japón y otros, tenemos que buscar provecho de estas coyunturas para nuestro Ecuador.
Lo que espera la comunidad mundial es una muy buena referencia de nuestro país y la integración a la Alianza del Pacífico, conjuntamente con los demás países que se unen.
No hay desarrollo sin justicia social.