Karla Jaramillo Puertas
China tiene claro su objetivo de consolidarse como potencia mundial y de alimentar a su población. Una de sus estrategias es conceder préstamos a cambio de recursos naturales. Ecuador fue víctima de ello, sino recordemos lo sucedido en la nefasta década perdida con la venta anticipada del petróleo.
En Ucrania, China prestó 2.400 millones de euros a cambio de cereales. Esto considerando que Ucrania es el tercer exportador mundial de maíz y sexto de trigo. También, alquiló tres millones de hectáreas de tierras fértiles por un costo de 2.100 millones de euros durante 50 años asegurando el alimento para su población ya que el país asiático sólo dispone de 7% de terrenos productivos y con amenaza de sequía. Recordemos que además tiene 1.300 millones de habitantes.
Desde hace más de una década conquista África por los minerales que posee como: uranio, platino, cobalto, manganeso, titanio, cobre, estaño, zinc etc. Recursos que son usados en microelectrónica y telecomunicaciones. A parte de las enormes reservas de oro, diamantes, petróleo y gas natural con las que cuenta.
Su accionar mantiene la misma lógica: préstamos monetarios y/o inversión en infraestructura como la construcción de puentes, carreteras, colegios, universidades a cambio de la obtención de recursos naturales. Tal como sucedió con la Sede de la Unión Africana que el Gobierno de Pekín donó el edificio con un costo de 200 millones de dólares.
La conquista China no para. Sólo entre 1998 y 2012 más de 1.000 empresas se establecieron en 49 países de África. Pero no es el único que se pelea el territorio; empresas británicas, americanas y canadienses se disputan el control de las materias primas; sin considerar que Francia trata de mantener su influencia política, económica y cultural en los sitios conquistados por ellos. (O)