Proteger la Tierra está en manos de los consumidores

LLAMADO. El uso racional de los productos y la demanda de alimentos de temporada sería un aporte para proteger la tierra. (foto fao.org)
LLAMADO. El uso racional de los productos y la demanda de alimentos de temporada sería un aporte para proteger la tierra. (foto fao.org)

Redacción MADRID

EFE

El suelo fértil se está perdiendo a una tasa de 24.000 millones de toneladas al año, en parte, debido a la agricultura insostenible y el cambio climático, según el secretario de la Convención de la Organización de las Naciones Unidad (ONU) contra la Desertificación, Ibrahim Thiaw, y el administrador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Achim Steiner.

António Guterres, secretario General de las Naciones Unidas, advierte que la degradación de las tierras secas reduce el Producto Interno Bruto en los países en desarrollo, en un 8% anual.

Más de 1.300 millones de personas viven en las tierras degradadas, y más de un cuarto de las tierras productivas del mundo ya no es utilizable. Este es uno de los factores que influyen en los conflictos de África o en las migraciones masivas en América Central y otros lugares.

Irresponsabilidad
Las prácticas agrícolas insostenibles, impulsadas por las demandas de los consumidores ricos, además de degradar la tierra, ponen una enorme presión sobre otros recursos, como el agua. Por ejemplo, se necesitan 2.000 litros para producir un kilo de aguacates, cuatro veces más que para producir uno de naranjas.

La pérdida de suelo se suma a otros problemas, como la desaparición de la diversidad biológica con la reciente advertencia de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas, que señala que un millón de especies están en peligro de extinción.

Apoyo mundial
Frente a este panorama, Thiaw y Steiner apelan a los ciudadanos a «tomar decisiones inteligentes» como consumidores, con la compra de productos de temporada, sostenibles o cultivados localmente, ya que las elecciones personales en el supermercado «pueden tener un efecto dominó que marcará una gran diferencia».

EL DATO
La convención de la ONU de lucha contra la desertificación y la sequía se aprobó hace 25 años, el 17 de junio 1994. Entró en vigor dos años después.»La campaña coordinada para acabar con la contaminación por los plásticos» del año pasado y la presente movilización juvenil mundial sobre el cambio climático, impulsada por Greta Thunberg, muestran que «el poder de la elección del consumidor individual está muy vigente», enfatizan.

Por ello, insisten en que las «simples decisiones que tomemos como consumidores ayudarán particularmente a las personas que viven en tierras degradadas, incluidas las tierras secas que albergan a las personas más pobres y marginadas del mundo».