380 mil niños y adolescentes trabajan en Ecuador

ENCUENTRO. El presidente Moreno se reunió con funcionarios para conocer el avance en la erradicación del trabajo infantil.
ENCUENTRO. El presidente Moreno se reunió con funcionarios para conocer el avance en la erradicación del trabajo infantil.

Ayer se celebró el Día Mundial contra el Trabajo Infantil y las cifras oficiales demuestran que es un tema en el que Ecuador no ha logrado progresos. La situación es reconocida, incluso, por el presidente, Lenín Moreno. “Tenemos una cifra preocupante. Va más por el 5,4%; pensamos que durante este periodo podemos lograr una meta de por lo menos el 2,4%, con lo cual casi lo tendríamos erradicado de forma nominal”, dijo el mandatario.

Durante una reunión intersectorial en Carondelet, con varios funcionarios de Estado para revisar cómo avanza la estrategia para erradicar el trabajo infantil, la ministra de Inclusión Económica y Social, Berenice Cordero, dio cifras concretas.

En 2013, en Ecuador trabajaban 250 mil niños y adolescentes entre los 5 y 17 años, cifra que a finales de diciembre de 2018 se ubicaba en 380 mil. Es decir, son 130 mil niños y adolescentes más en el mercado laboral, cuando deberían estar dedicados a otras actividades propias de su edad.

Situación en riego
Cordero aseguró que este incremento progresivo se debe a las diferentes circunstancias por las que atraviesa el país, desde el punto de vista macro económico y disminución en la inversión para la protección social.

Francisco Cevallos, del Ministerio de Educación, dijo que como medida para combatir el avance del trabajo infantil, desde su Cartera de Estado se realiza un acompañamiento a los beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano para que las familias se incorporen al sistema educativo y garantizar que todos los niños obtengan su cupo en las escuelas fiscales.

Sin embargo, más allá de las cifras, Verónica Legarda, coordinadora nacional de abogacía de Aldeas Infantiles SOS Ecuador, manifestó que el trabajo infantil implica una situación de riesgo o vulneración, ya que limita las capacidades de niños y adolescentes de crecimiento y desarrollo personal, pues tienen problemas para insertarse en el sistema educativo, lo que a su vez les impide desarrollarse en términos de competencias, habilidades y formación.

“Esto implica que al insertarse como adultos al mercado laboral, son manos de obra precaria y agranda los círculos viciosos de la pobreza e incrementa la problemática”, aseguró.

Más cifras
Según el Gobierno, al 2018 había 10 mil niños y adolescentes en lo que se denomina trabajo infantil peligroso, considerado como aquella actividad que pone en peligro su salud o seguridad, ya sea por su naturaleza o por las condiciones en las que lo realiza. De esa cifra se ha logrado desvincular a 4.000.

EL DATO
La mayoría de trabajo infantil se registra en la zona rural del país, según Aldeas Infantiles SOS. Por su parte, en un informe difundido por Aldeas Infantiles SOS sobre la magnitud del trabajo infantil en el país, se establece que Guayas tiene la concentración más alta de esta problemática: 1 y de cada 4 niños se encuentra en esa situación.

En el contexto general por edades, el 5% de niños entre 5 y 14 años realiza trabajo infantil, y el porcentaje de adolescentes que labora llega al 17%.

“Los niños que se encuentran en situación de trabajo infantil, en la mayoría de casos proviene de hogares de pobreza o pobreza extrema. Eso implica que las familias no tengan ingresos estables, no sean capaces de tener acceso a empleo adecuado”, señaló Legarda.

Lo que influye en el contexto familiar con situaciones de maltrato, violencia intrafamiliar y negligencia en el cuidado de los menores. “Esto agrava la situación social, política y económica de la sociedad en general”, finalizó la especialista. (HCR)