‘El arca de Noé’ está en Colombia

REFUGIO. María Esneda Osorio mimando a los ‘compañeros’ que han llegado a su santuario, en Colombia. (Foto: Cortesía)
REFUGIO. María Esneda Osorio mimando a los ‘compañeros’ que han llegado a su santuario, en Colombia. (Foto: Cortesía)

María Esneda Osorio es una mujer colombiana de 67 años y cuidadora de más de 400 animales, entre perros, gatos, gallinas, gallos y patos. Desde hace tres décadas dedica parte de su tiempo a recuperar, atender y brindar amor a estos ejemplares que llegan enfermos, ancianos o fueron abandonados a los pies de su casa, conocida como ‘El santuario de doña Esneda’ o ‘El arca de Noé’. Genial.guru comparte la historia de esta mujer, que dejó sus comodidades para darle una mayor esperanza de vida a los animales.

Desde los 5 años
María Esneda ha dedicado la mitad de su vida al cuidado de los animales, que muchas veces llegan solos hasta su casa, casi como si supieran que en el lugar recibirán lo que nunca han tenido. A los 5 años, la marcó un hecho: haber visto morir a su perro favorito. Así, comenzó su lucha, según cuenta en esta entrevista.

Reseña que, junto con su hijo, puede pasar hasta una semana comiendo plátanos y tomando agua porque la prioridad es darle de comer a los animales.
Recoge 800 kilos de comida por mes para alimentar a 110 gatos, 135 perros, 80 gallos, 50 patos, 25 gallinas y un pavo. Otras veces recibe ayuda y donaciones de la comunidad u organizaciones, pero aclara que tiene muchas deudas para mantener el sitio.

Nunca deja su labor
A principios de 2019, Esneda estuvo muy delicada de salud. Una neumonía la afectó; sin embargo, no fue excusa para que sus hijos dejaran de buscar ingresos económicos para la recuperación de la señora y los alimentos y medicinas de los animales.

Pero ese no ha sido el único problema con su santuario, ya que ha tenido una larga batalla legal por el lugar con los vecinos, que por poco da fin a su sueño. “Hay mucha envidia. Una señora a la que no le gustan los animalitos me quemó todo el cultivo. Ahora si usted va, puede ver cómo quedó eso: todo negro y pelado”, comenta.

A pesar de todo, la mujer está entregada para cuidar a quienes nunca la han abandonado. Y espera que el Gobierno la ayude, aunque sabe que tiene otros ‘ángeles’ con el mismo sentir para seguir adelante.