Vuelve el linchamiento

César Sandoya Valdiviezo

Desde la eliminación del artículo referente al linchamiento mediático de la Ley Orgánica de Comunicación, en diciembre del año anterior, empieza a proliferar el desprestigio a personas naturales a través de ciertos medios de comunicación.

El artículo 26 del cuerpo legal, antes de ser reformado y posteriormente eliminado, refería que “el linchamiento mediático se da cuando de manera directa o a través de terceros, sea producida de forma concertada y publicada reiterativamente a través de uno o más medios de comunicación con el propósito de desprestigiar a una persona natural o jurídica o reducir su credibilidad pública”.

Mientras este artículo estuvo vigente los casos asociados a la figura de linchamiento mediático fueron mucho menos a los que actualmente existen, aunque eso no signifique que estuvimos de acuerdo con el carácter sancionatorio de la reformada Ley Orgánica de Comunicación. Pero en lo que sí estamos de acuerdo es que exista un mecanismo regulador para evitar los excesos de los medios y advertir las constantes agresiones a la integridad, al pundonor y a la honra de las personas.

El periodismo es un estilo de vida que debe estar aliado al respeto y al servicio a la comunidad. De ahí que esta profesión demanda una profunda convicción ética que no permite publicar nada que no tenga sustento, sino solo lo que se puede demostrar, evitando así las calumnias, venganzas personales e infamias.

En la semana que concluye, por citar un ejemplo de linchamiento, se maltrató el honor de una funcionaria que asumió el cargo en medio de críticas cargadas de mensajes que inducían a creer al público de un seguro fracaso en su gestión. Es decir, se la juzgó y se la sentenció como si la función del periodista fuera similar a la de un juez o fiscal.

Ahora, con la reformada Ley, el ciudadano que se sienta afectado por publicaciones en la prensa debe presentar un recurso ante el Cordicom (Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación), y si no logra resultados, deberá seguir el órgano regular de justicia.

Con la eliminación del linchamiento mediático, ¿cuántos casos quedarán en la impunidad? Los procesos lentos y tortuosos de la justicia seguramente detendrán la voluntad de los afectados en denunciar y el linchamiento mediático volverá a campear. (O)