Fiestas que los indígenas celebran en agradecimiento a la naturaleza

El calendario andino está dividido en dos solsticios y dos equinoccios, todos estos relacionados con el Sol y la Luna, que también se vinculan estrechamente con la tierra, la productividad, los beneficios y la provisión de alimentos.

De esta forma, las celebraciones que son parte de un ciclo que avanza en espiral son: el Paukar Raymi (equinoccio), época de florecimiento; el Inti Raymi (solsticio), tiempo de cosecha; el Colla Raymi (equinoccio), homenaje a la fecundidad; y el Kapak Raymi (solsticio), la fiesta de la germinación.

Son una demostración de agradecimiento al Sol, la Luna, el agua, las montañas, la roca, la vida… comenta Elvis Maldonado, profesor kichwa hablante, oriundo de Otavalo.

Asegura que en la cosmovisión andina, la naturaleza es vida y guía la forma de desarrollarse del indígena, porque la tierra proporciona todo su fruto, sin el agua no se puede vivir y sin el calor del Sol tampoco. “El Sol es nuestro padre”, añade.

Conmemoración del florecimiento
° El 21 de marzo de cada año se conmemora el Pawkar Raymi o la Fiesta del Florecimiento (‘Sisa Pacha’), cuando se cosechan los primeros frutos. Es un acto en agradecimiento a la Pachamama por las bondades que ofrece a su pueblo, por el renacer de los campos, donde todo reverdece, por esto su denominación.

En la comunidad de Peguche (Otavalo-Imbabura) se realiza el Tumarina Pukllay (juego ceremonial con agua y flores), que es el ritual ancestral más importante del Pawkar Raymi. (Foto: administracionzonalloschillos)

El Día del Sol quieto
° El Inti Raymi es una festividad sagrada del Sol que se lleva a cabo el 21 de junio y que tiene su origen en el antiguo Cusco (Perú). Viene desde antes del Incario y ha estado presente en la Colonia y en la República.

Esta conmemoración ha logrado vencer procesos de evangelización, ha resistido y se ha reciclado en base a la modernización y la globalización, expresa el otavaleño Ariruma Kowii, exdirector del Área de Letras de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB).

Según el calendario kichwa y la cosmovisión andina, el solsticio o Día del Sol quieto se efectúa con rituales y baños de purificación, en ríos, fuentes o cascadas de agua para agradecer a la Pachamama (Madre Tierra) por los frutos y cosechas recibidas. (Foto: Archivo de La Hora)

Tiempo de la fecundidad

° El Colla Raymi se conmemora el 21 de septiembre y está dedicado a la mujer, a la fecundidad, a la Luna, a toda la feminidad, por el comienzo de la siembra.

Es “la fiesta de las diosas, de las princesas”, pero también es la fase de preparación de la tierra para comenzar la siembra, porque es cuando la Pachamama está más fértil por la presencia de la lluvia, dice Carlos Pérez, del pueblo cañari y dirigente indígena.

Las ceremonias se hacen en fuentes de agua naturales cercanas a las comunidades donde se dan rituales con baños de flores y hierbas aromáticas para purificar y mantener el equilibrio y la armonía. (Foto: Archivo de La Hora)

De la germinación
° En el solsticio del 21 de diciembre se efectúa el Kapac Raymi, la conmemoración de la germinación, porque es la época en que todo lo que se ha sembrado ha comenzado a crecer. Pero también se trata de una celebración dedicada a la niñez y, según cuenta Sacha Rosero, del colectivo Kichwashum, los mayores engalanaban a los niños con obsequios en señal de una entrega simbólica de los valores más preciados, los útiles y las herramientas más esenciales para que ellos sean los continuadores de su compromiso natural adquirido en la vida y para que los vayan transmitiendo de generación en generación. Esta es la última fiesta del año y se la hace después de haber concluido la siembra del maíz, pero no es tan celebrada porque el sincretismo de la invasión y la conquista española le dio más fuerza a la Navidad. (Foto: runakay.files.wordpress.com)