Una mujer de Pittsburgh que había notado extraños signos de actividad en su casa, se sorprendió al descubrir que su exnovio (quien tenía una orden de restricción), había estado viviendo en su ático durante al menos tres semanas.
La dama, cuyo nombre no fue divulgado por razones de seguridad, había notado pequeñas cosas extrañas en su casa durante semanas. Tenía miedo de que fuera su exnovio, Cary Cocuzzi, pero finalmente decidió ignorar sus temores, pensando que solo estaba siendo paranoica.
En una ocasión, notó que había dejado la tapa del inodoro levantada, lo cual era inusual porque solo compartía la casa con sus hijas, y en otro momento encontró una manta en el piso del sótano. Pensó en llamar a la Policía, pero luego lo reconsideró, creyendo que no podía simplemente decirles “Hay una manta en mi sótano”.
“Tenía una intuición al respecto, pero la ignoré. No quería parecer paranoica, pero debería haber confiado en mis instintos, porque tenía razón”, señaló la mujer a los periodistas.
Hace unos días, ella estaba dentro de la casa, cuando escuchó un ruido proveniente del piso de arriba y decidió investigar. Pensó que era solo su gato jugando, pero cuando abrió la puerta del dormitorio, encontró a su exnovio de pie en medio de la habitación.
La mujer declaró que Cocuzzi corrió hacia ella y la agarró por la cara. Pudo pelear con él, salió corriendo y pidió a sus vecinos que llamaran al 911.
Cuando llegó la Policía, encontraron al abusivo exnovio escondido debajo de una pila de ropa, dentro de la casa. Les dijo a los oficiales que había estado durmiendo en el ático porque “estaba cansado de quedarse sin hogar y quería un lugar”. El problema era que la mujer había ordenado una PFA (orden de protección contra el abuso) contra Cocuzzi, que claramente no había respetado.
Cary Cocuzzi fue acusado de asalto y restricción ilegal, y está recluido en la cárcel del condado de Allegheny hasta su fecha de juicio. (periodismo.com)