El arte de elaborar alpargatas de cabuya a mano

Trabajo. Con mucha habilidad el artesano prepara la plantilla de cabuya.
Trabajo. Con mucha habilidad el artesano prepara la plantilla de cabuya.

Las manos son la herramienta de esta tradición, que se ha mantenido por años.

Redacción OTAVALO

En la comunidad de Calpaqui perteneciente a la parroquia de Eugenio Espejo en el cantón Otavalo (Imbabura), vive Francisco Aguilar. Es un artesano kichwa que desde hace 40 años se dedica a la elaboración manual de alpargatas de cabuya. Él y su familia trabajan en su pequeño taller que lo improvisaron en su vivienda; en la preparación de la cabuya como materia prima le ayuda su esposa, y los hijos en cambio se dedican a recortar la plantilla de la alpargata.

Desde muy temprano se levanta todos los días para preparar los materiales que servirán para la elaboración. Manifiesta que se abastecen de la cabuya por quintales, la misma que es procesada para que esté lista y se pueda empezar con esta labor artesanal. También afirma que utiliza material como hilo de algodón crudo, la manta para cubrir el empeine del pie y las cintas angostas que van en la parte posterior de las alpargatas y tienen como función sujetar el talón de los pies.

Labor. La pareja de esposos prepara la materia prima, como es la cabuya.
Labor. La pareja de esposos prepara la materia prima, como es la cabuya.

Sustento para la familia
Francisco señala que esta actividad aprendió de un familiar, quien le dejó como herencia parte de las herramientas que ahora utiliza. Tiene cuatro hijos, quienes también ayudan en esta labor. “Para hacer dos pares de alpargatas me demoro todo un día, desde la preparación de la cabuya hasta tener listo el producto para la venta. La cosida a mano es dura, pero la alpargata con cabuya aguanta más, por ser un material resistente, el cual utilizaban nuestros antepasados como complemento de su vestimenta tradicional”, acota.

Esta labor le ha servido como sustento para sobrevivir junto con su familia, su sitio de trabajo es una mesa de madera, donde se encuentra el material y las plantillas a usarse en este tipo de artesanías; además se ayuda con un pequeño combo que sirve para golpear la costura de la plantilla y un cuchillo para cortar los hilos de cabuya. Las alpargatas de mujer llevan capelladas de paño o terciopelo, que se cortan con la ayuda de un molde y se unen a un forro blanco de tela de algodón.

Proceso. El artesano en la elaboración de las alpargatas.
Proceso. El artesano en la elaboración de las alpargatas.

Proceso de elaboración
Primero la cabuya se hace en forma de trenza, para luego coserla a mano y moldearla en forma de una zapatilla, que servirá de base en la elaboración de la alpargata. Después se corta la manta que cubre los dedos del pie, que es cosida con hilo de algodón crudo o blanqueado. Finalmente se pone las taloneras con cintas para sujetar los pies y está listo para ser utilizado por el cliente. Este producto es comercializado en las ferias y su costo es de 15 dólares en alpargatas para mujeres y 25 para hombres.

Es evidente que ha disminuido el número de personas que se dedican a la manufactura de este calzado en Imbabura. La causa más importante es el cambio en la indumentaria indígena, pues los jóvenes, cada vez en mayor número, prefieren el uso de zapatos, mientras los campesinos mestizos, especialmente los que trabajan en agricultura en zonas húmedas y montañosas, calzan botas de caucho. (PMHR)