POR: LAURA BENÍTEZ CISNEROS
Para los escritores reproducir un libro, en nuestro país es como emprender en un deporte extremo, porque nos encontramos en la orfandad total, enfrentándonos a una carrera de obstáculos con una cierta sensación de angustia y temor, por la falta de apoyo económico, social y cultural en los últimos años, por parte de las entidades gubernamentales del Estado.
Sería necesario y factible que en el Plan Nacional de Lectura, que fue creador en el año del 2018 se promueva en todas las Provincias del país y se dé a conocer el objetivo principal de lo que este plan abarca, por intermedio de las instituciones acordes a la cultura como lo es: la Casa de la Cultura, Los diferentes distritos de Educación, el Ministerio de Cultura y todas las Instituciones inscriptas y relacionadas a este tema.
Otro factor que debe incidir en la apertura de espacios culturales que promuevan y promocionen a los escritores, poetas, titiriteros hacer conocer sus obras mediante diálogos o por medio de conferencias y con el auspicio de entidades privadas o de gobierno por medio de una política pública.
Ya que nuestra historia, literatura y lectura siguen en ebullición. Debe haber más promociones trabajando con escritores y entidades que promulguen el conocimiento de lo referente a la cultura, para hacer de nuestro país un entorno cultural de costumbres y tradiciones a nivel nacional e internacional en Latinoamérica.
Hoy en día en nuestro país hemos acudido a instituciones públicas que han ofertado cultura, para promover nuestros libros. Tal es el caso que cierta Institución Pública en un principio acepto las condiciones del autor de las obras históricas y han pasado 7 años aproximadamente la cual se anunció en un Programa de fiestas el lanzamiento de la obra y no se cumplió, burlándose de esta manera del autor.
Si hablamos de cultura es necesario que los acuerdos se los cumplan y se dé luz verde a la culminación de los mismos.