Marginalidad y delincuencia

El sistema carcelario está en crisis: el porcentaje de hacinamiento es del 40%. La violencia intracarcelaria, el tráfico de estupefacientes y la presencia de bandas delincuenciales que no solo operan dentro de las prisiones, sino más allá de su muros; asesinatos a la vista de los agentes del orden interior y abultados casos de corrupción, hacen que la declaratoria de emergencia sea inaplazable.

Hay abundancia de información y no faltan estudios de instituciones del Estado, la sociedad civil y el Gobierno sobre la cruda realidad del sistema penitenciario. Cárceles construidas, con inversiones multimillonarias en década correísta y que entonces se publicitaron como ajustadas a estándares internacionales, hoy se revelan como inadecuadas, antros de violencia y centros de potenciación delincuencial.

La intervención militar y policial refleja la desesperación gubernamental por controlarlas, adecentarlas y normalizar su funcionamiento. De poco servirá si no se lleva adelante la rehabilitación integral de la población carcelaria, una real profesionalización de los guías carcelarios y la revisión completa y crítica de los protocolos para su manejo, pues los actuales no se ajustan a las dinámicas carcelarias de hoy.

El caos en las prisiones se corresponde con el incremento de la delincuencia en una sociedad (la nuestra) que no encara los problemas del incremento de la pobreza y la marginalidad en ascenso que, en parte, son el caldo de cultivo de la delincuencia. No hay fórmulas infalibles, pero si una experticia mundial en el tema de la que hay que aprovecharse sin demora ni complejos.


Sólo hay una cosa valiosa en el arte: las cosas que no se pueden explicar”. Georges Braque Pintor francés (1882-1963)

El único modo de resolver los problemas es conociéndolos, saber que existen”. Giovanni Sartori Politólogo italiano (1924-2017)