Venta de la bandera

Vemos con estupor cómo más de dos centenares de modestos pescadores están presos en el exterior, porque su pobreza les llevó a caer en manos de traficantes. Transportaron, con bandera ecuatoriana, drogas y combustibles a buques en altamar. No conocemos un solo caso en que los verdaderos propietarios hayan caído en manos de la justicia.

Una excanciller, motivada por traumas ideológicos, concedió la nacionalidad ecuatoriana a un sicario Informático. Violó la Ley, falsificó documentos, reformó reglamentos y, como era de esperarse, saldrá bien librada.

Ahora piratas chinos acecharon nuestros mares para usurpar nuestras riquezas marinas. Fueron abastecidos por buques de matrícula y bandera ecuatoriana. Sin pudor, alguien salió a decir que los combustibles no eran ecuatorianos y otros lo justificaron, porque eran simples contratos de transporte en alta mar.

La Marina afirmó que no había posibilidad legal para impedirlo, porque navegaron en aguas internacionales. Por dignidad pudo cancelar las matrículas de los barcos de abastecimiento. En un conflicto, hay que cerrar las líneas logísticas del enemigo, para esto existe la figura internacional de declarar como zonas de exclusión las colindantes que afecten a los intereses de un país.

Todos hemos callado, pero es hora de que revaloricemos nuestro orgullo patrio y que los involucrados sepan que facilitar un delito es igual que perpetrarlo. Nuestra legislación se considera coautores a quienes lo propician. Parecería que estamos entrando a un campo en donde la Ley, la ética y la moral no existen cuando se hacen buenos negocios.


Las cosas no cambian; somos nosotros los que cambiamos”. Henry David Thoreau Filósofo estadounidense (1817-1862)

Las dificultades también pasan como todo pasa, sin dificultad”. Antonio Porchia Escritor y poeta ítalo argentino (1885-1968)