Operación libertad

Giovanni Carrión Cevallos

Gran expectativa existe en el mundo respecto a los últimos acontecimientos presentados en Venezuela, tras el anuncio por parte del Presidente encargado, Juan Guaidó, de activar la “operación libertad”, reacción popular que está encaminada a expulsar del Palacio de Miraflores a Nicolás Maduro, quien actualmente –a decir de un amplio sector de la población y de la propia comunidad internacional- es un usurpador del poder.

Pero bien sabemos que liberar a Venezuela del yugo chavista no será cosa fácil, más aún cuando los hilos del gobierno madurista están controlados por el narcotráfico y peligrosas bandas criminales. A la fecha, son miles las víctimas de la locura llamada ‘revolución’ bolivariana, cuyos dirigentes deben cargar en sus espaldas la responsabilidad por los muertos, desaparecidos y heridos, así como por el drama humano que representa la migración contenida en población desplazada y refugiada.

Solamente en estos últimos días, la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, da cuenta de al menos cinco muertes (tres menores de edad) y más de 240 heridos, como resultado de la arremetida chavista que incluso trato de aplastar –literalmente- a manifestantes por lo solo hecho de ejercer su derecho a la resistencia. A propósito, en este punto, no pudo ser más decepcionante escuchar a Pepe Mujica, al imputar la responsabilidad de la violencia a los manifestantes y no al gobierno represor, quien arremetió criminalmente con tanquetas para frenar el ímpetu rebelde de un pueblo que se cansó de la tiranía.

La tragedia que vive Venezuela en el ámbito económico, político y social, debe llevarnos a reflexionar sobre la importancia de contar con una democracia robusta y participativa que evite –con base a pesos y contrapesos- los excesos del poder, cerrando el paso a dictadorzuelos y neopopulistas. (O)

@giovannicarrion