¿De vuelta a la democracia?

Esta semana se cumplieron 40 años del retorno de Ecuador a la democracia, cuando Jaime Roldós y Osvaldo Hurtado ganaron las elecciones el 29 de abril de 1979. Un camino plagado de incidentes y accidentes, golpes de Estado incluidos, que pusieron en peligro lo que se logró entonces luego de una dictadura militar. Sin embargo, con elecciones de por medio han sucedido cambios en todas las funciones del Estado, en la Presidencia de la República y en el parlamento.

También se elaboraron tres nuevas constituciones, incluida la de Montecristi hoy vigente. En estas décadas vimos surgir y eclipsarse muchos liderazgos políticos, partidos y movimientos, en un proceso continuo no exento de sobresaltos, desilusiones y frustraciones. Hubo intentos de subversión, vivimos una guerra fronteriza en el sur y recibimos el impacto de los problemas internos del vecino del norte.

La república ha sobrevivido pese a todo, incluyendo al intento de instaurar un régimen totalitario. Sin embargo, las pronunciadas desigualdades sociales siguen prevaleciendo como obstáculo para la reducción de la pobreza y la eliminación de la miseria. Los desacuerdos sobre qué hacer o no hacer con la economía y qué forma de gobierno es la adecuada son permanentes. La diferencia entre la experiencia y la expectativa es cada vez mayor.

Todas ellas se mantienen incólumes como una amenaza a la convivencia o al consenso democrático. Como si de las cuatro décadas de ejercicio democrático o semidemocrático vividas, hubiéramos aprendido muy poco. Persiste entre la ciudadanía la sensación de estar al borde del abismo, en una encrucijada en la que se jugase la propia supervivencia. Como si se nos quisiera encaminar hacia el “vertedero de la historia”. ¿Hasta cuándo?


La diferencia entre un veneno, una medicina y un narcótico es solo la dosis”. Albert Hofmann Químico suizo (1906-2008)

Sea como sea tu vida, escoger lo cambia todo”. Andre Agassi Deportista estadounidense (1970)